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virgen de la puntilla

MAZATLÁN. – Era un 30 de septiembre del 2019, el cielo se estaba “cayendo” (como comúnmente le llamamos los mexicanos cuando hay fuertes lluvias) las calles estaban desiertas, los negocios estaban cerrados, cualquier actividad económica se había suspendido, todas las personas estaban refugiadas en sus hogares debido al paso del Huracán Narda por las costas de Mazatlán.  

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El viento resoplaba y ya algunos árboles habían cedido a su fuerza. No pasaban de las 12:00 horas cuando el puerto se paralizó porque la Virgen de la Puntilla, la guardiana de Mazatlán había cedido al embate de las fuertes rachas de viento de hasta 85 kilómetros por hora.  

Como era de esperarse, las redes sociales se inundaron de fotos y videos de aquel momento al que cientos de devotos describieron como una tragedia o mal augurio, pues como buenos mazatlecos sabemos que la Virgen de la Puntilla es conocida, desde 1975, por ser una protectora que cuida al puerto ante posibles fenómenos naturales, especialmente de los huracanes. Para lo pescadores es una tradición ir a encomendarse antes de zarpar.

Lo curioso es que, luego de la caída, la figura únicamente se aboyó de una parte de la aureola, pese de haber caído de más de un metro de altura, fortaleciendo la creencia de que realmente es una protectora. 

Ya las lluvias habían cesado, pero se pronosticaba para más tarde lo más fuerte de Narda, aún con esa advertencia que había emitido Protección Civil y con la recomendación de no salir de sus hogares, decenas de creyentes se dieron cita en el lugar para llevarles flores, veladoras y ofrendas para pedirle que los protegiera… más tarde ese mismo día el cielo se despejó.  

Sobre Narda 

El huracán Narda fue un sistema de corta duración que permaneció cerca de la costa del Pacífico de México y provocó inundaciones y deslizamientos de tierra en el suroeste de México y la península de Baja California a finales de septiembre de 2019. Fue la decimocuarta tormenta nombrada de la temporada de huracanes en el Pacífico de 2019.  

Narda se fortaleció rápidamente y alcanzó su máxima intensidad con vientos de entre 50 y 85 kilómetros por hora,  ese día antes de tocar tierra por segunda vez a lo largo de la costa noroeste de México. El ciclón tropical se debilitó rápidamente a medida que avanzaba a lo largo de la costa y se debilitó a una depresión tropical antes de disiparse frente a la costa de Sonora, el 1 de octubre. 

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