Conoce la Pérgola Ángela Peralta y la historia de su cañón

MAZATLÁN. – Si has visitado el mirador del cerro del Vigía, seguro que has visto el cañón que se alza sobre una estructura. Se llama Cañón Pérgola Ángela Peralta y tiene una historia que vale la pena conocer. 

Lo primero que debes de saber es que este lugar es un homenaje a la heroica defensa de Mazatlán, que tuvo lugar en 1864, cuando los habitantes del puerto resistieron el ataque de una flota francesa. En 1943, el gobierno de Rodolfo T. Loaiza mandó construir una pérgola con un cañón que apuntara hacia el Cerro del Crestón, por donde solían llegar los barcos a Mazatlán. 

Según el Archivo Histórico de Mazatlán, la pérgola no era tal, sino un espacio sencillo con tierra apisonada y un cañón de origen inglés, fabricado en 1875. El cañón se llama Navasseur y aunque no fue el que se usó en la batalla contra los franceses, se colocó ahí para honrar la valentía de quienes defendieron el puerto de los franceses. 

“Los mazatlecos siempre han defendido con gallardía las tierras de México. Este Cañón es testigo del patriotismo de los habitantes de puerto, trinchera de la libertad. Por ello la Junta Patriótica de Mejoras Materiales, a iniciativa del coronel Rodolfo T. Loaiza, Gobernador Constitucional del Estado, construyeron esta Pérgola como homenaje a las democracias del mundo. Marzo de 1943”, se puede leer en el texto.   

Con el paso de los años, “La Pérgola” quedó en el olvido y no fue hasta el gobierno de Rafael Tirado Canizales (1975-1977), que hubo una remodelación que convirtió al cerro del Vigía en uno de los atractivos turísticos más importantes de Mazatlán.   

Además, fue bautizado con el nombre de la cantante de ópera Ángela Peralta, al que Mazatlán ha rendido más de un homenaje. Sin embargo, con los años, las cosas fueron cambiando.

En el gobierno de José Ángel Pescador, un particular recibió la concesión para construir un restaurante que hoy todos conocemos.  

El cañón Navasseur no es el único que figuradamente defiende el puerto. Hay otro en el Fuerte Carranza, y uno más por donde mucho tiempo se ubicó la batería militar que vigilaba al puerto, y que desapareció con la construcción de una unidad de viviendas para elementos de la milicia, aunque el artefacto permaneció ahí medio perdido entre los jardines, como adorno de situación. 

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