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VATICANO.- En una Nochebuena marcada por la sombra de la guerra entre Israel y Hamas en Gaza, el Papa Francisco expresó su solidaridad con Belén, la ciudad en la que, según la tradición cristiana, nació Jesús.  

Durante la misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro, el pontífice argentino declaró: «Nuestro corazón esta noche está en Belén, donde el Príncipe de la Paz sigue siendo rechazado por la lógica perdedora de la guerra». 

Francisco enfatizó el rechazo de Jesús hacia la violencia, afirmando que «no combate las injusticias desde lo alto con la fuerza, sino desde abajo con el amor». Aunque la homilía no mencionó explícitamente a Israel ni a Gaza, el Papa recordó en su rezo del Ángelus al mediodía a los «hermanos y hermanas que sufren la guerra», mencionando específicamente a Palestina, Israel y Ucrania. 

Con cerca de 6,500 fieles presentes y cientos más siguiendo la misa a través de pantallas gigantes en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco llamó a la reflexión sobre el verdadero significado de la Navidad y criticó la celebración pagana de la festividad centrada en el consumismo. 

La homilía del Papa también abordó la percepción errónea de un dios distante y controlador, rechazando la idea de un dios «hecho a nuestra imagen, útil solamente para resolvernos los problemas y para quitarnos los males». Francisco enfatizó que para Dios, cada individuo es único y su nombre está escrito en su corazón. 

En la tradicional misa del gallo, el Papa, debido a problemas de rodilla, permaneció sentado mientras un diácono destapaba la imagen del Niño Jesús.  

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Durante la ceremonia, el pontífice lamentó la imagen de un dios alejado y rígido, instando a los fieles a comprender que Dios no es un ser que resuelve problemas a través de la magia, sino que se acerca para cambiar la realidad desde dentro. 

Dato 

El papa Francisco concluirá sus celebraciones navideñas este lunes con su mensaje de Navidad e impartirá la tradicional bendición «Urbi et Orbi» (a la ciudad y al mundo) desde el balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro del Vaticano. 

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