Ulama, el deporte prehispánico que se mantiene vivo en Mazatlán

MAZATLÁN.- Existe un deporte en México, que desde hace más de 3 mil 500 años no se deja opacar por el futbol o el basquetbol y el beisbol, un deporte que, desde nuestros ancestros, se practicaba y que hasta la fecha muchas comunidades rurales lo preservan, logrando mantenerlo vivo de generación en generación, estamos hablando del Ulama.  

Aurelio Osuna Bonilla es quien lidera un equipo de Ulama en El Chamizal, Mazatlán, uno de los equipos más antiguos antaño y que juegan con la técnica original de cadera, las reglas antiguas e incluso hasta la vestimenta, sin penachos, ni nada que estorbe sus movimientos.  

Se enseñó cuando tenía 7 años gracias a un tío y su papá, que tenían un equipo que competía entre las comunidades como El Quelite, la Palma Sola, El Habal, El Quemado hasta Puerta de Canoas, sin embargo, los juegos de Ulama venían de más de dos generaciones atrás, desde sus antepasados, siendo el único deporte que se practicaba en la zona.  

“Hay Ulama en todo México, incluso aquí en Sinaloa, en Escuinapa, Guamúchil, Navolato, pero somos nosotros los que hemos jugado basándonos en las reglas oficiales del juego, otros lo juegan con el antebrazo y con un límite de tiempo hasta los 5 puntos, a nosotros nos ha llevado un día el desempate”, dijo.  

¿Qué es el Ulama?  

Este juego se basa en el golpeteo de la pelota con la cadera, es una supervivencia del ullamaliztli prehispánico, juego popular entre aztecas y mayas. Tiene una antigüedad aproximada de 3 mil 500 años; Los estudiosos le han asignado diversas funciones y significados al juego: portal hacia el inframundo, espacio para recrear las batallas cósmicas entre cuerpos celestes, rituales de fertilidad, ceremonias guerreras, refuerzo político de los gobernantes o la realeza, escenario para los sacrificios y otros más. 

Más allá de Sinaloa

Aurelio, gracias al Ulama, conoce otros estados de México, pero no solo eso, conoce el viejo continente, aclamado para llevar su exhibición de juego a lugares como el Aeropuerto Internacional de Madrid, España y a Verona, Italia, precisamente, por el tipo de pelota tradicional y la técnica de juego que se mantiene viva.  

“Es gracias a esta pelota y a este juego que conozco los aviones, que puedo contar que conocí otro continente, no todos tienen ese gusto de contarlo, lamentablemente no tiene el apoyo cultural que merece”, dijo.  

El reto

Pero no se da por vencido, así sea con su familia, don Aurelio se mantiene fuerte, aún le pega a la pelota como si tuviera 20 años, le ha dado energía y vitalidad, se agacha y se desliza con la cadera como sus nietos de 4 años, ¿dificultades?, ¿retos? Que sus nietos sigan con la tradición.  

“Estoy tratando de enseñarles, desde la vestimenta original, lo que quiero es que le agarren amor, se enseñan mejor así de chicos y ya saben las estrategias de golpeteo”, comentó.  

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