María Hernández, una guerrera que venció el cáncer de mama

MAZATLÁN.- María Candelaria Barza Hernández fue diagnosticada a los 47 años con cáncer de mama en marzo del año 2020. Todo comenzó cuando sintió un pequeño bulto en su seno derecho, situación que la alarmó inmediatamente por lo que decidió poner una cita en su Seguro Social, pero por problemas de horarios en su trabajo, María perdió su cita.

Al paso de las semanas el bulto había crecido considerablemente, y días después le estaban practicando una biopsia que arrojaría los resultados definitivos. El diagnóstico fue cáncer de mama EC T3 N3 MX Triple Negativo.

El cáncer de seno triple negativo se considera un cáncer agresivo porque crece rápidamente y hay más probabilidades de que regrese después del tratamiento en comparación con otros tipos de cáncer, así como también la probabilidad de perder la mama en cuestión.

A pesar de saber que su estado de salud era delicado María nunca se dio por vencida y luchó por su vida, por sus hijos y por sus nietos. Ahora dos años después del diagnóstico, puede decir con seguridad que venció al cáncer.

¿Fue fácil? La respuesta es no, no fue fácil, pero tampoco fue imposible, pues uno de sus mayores deseos era vivir y no dejaría que el cáncer la venciera.

“No fue fácil, yo sabía que no me podía dejar vencer, no podía por mis hijas y mis nietos. Yo quería seguir viviendo, después de las quimios era difícil porque quería vomitar y me sentía mal, pero le estaba echando todas las ganas”.

Tuvo que pasar por un proceso largo, 25 quimios y 25 radiaciones, “con el tratamiento el tumor se fue reduciendo y se tomó la decisión de operar”.

María cuenta que fue el 02 de febrero de 2021, fecha de su cumpleaños, cuando entró a cirugía y cuando el doctor le notificó que tendría que quitar definitivamente el seno derecho, esto para evitar que el cáncer regresara.

“Recuerdo que fue el día de mi santo, el doctor me dijo que tendría que quitarme la mama porque si no el cáncer podría regresar y no me sentí mal, eso no me define. Yo ya me había mentalizado a que pasaría, me veía en el espejo, pero eso no me define… yo no me podía dar por vencida”.

Basada en su experiencia, recomendó a todas las mujeres hacerse pruebas en los senos, de igual forma aconsejó a las mujeres que están pasando por esta batalla que deben tener claro que el cáncer no es sinónimo de muerte y nunca deben perder la fe, pues el mantenerse positivas y rodeadas de amor les salva la vida.

“Échenle muchas ganas, no se dejen caer, agarren fuerzas de la familia y encomiéndese a Dios y del cabello, pues, ese vuelve a crecer, pero la vida de nosotros ya no”.

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