Alina Rodríguez, la cubana que dejó todo por el ballet y una vida en Mazatlán

MAZATLÁN.- La pequeña Alina Rodríguez nunca pensó que el ballet le abriría las puertas al mundo exterior y viviría por muchos años más de su mano.

Desde su natal Cuba y siendo una joven estudiante de la Escuela de Ballet de Camagüey, agarró sus maletas y le dijo “adiós” a su familia, todo, para cumplir su sueño. 

Fue un 4 de octubre que llegó a México, después de que una de las fundadoras de la Compañía Ballet Mazatlán, Zoila Fernández, la conociera y la invitara a formar parte del grupo. No la pensó ni dos veces, cuando ya estaba en Mazatlán, estirando, calentando sus pies y amarrando sus zapatillas. 

“Soy una bailarina cubana, llegué aquí a Mazatlán hace 7 años, soy graduada de la escuela de ballet de Camagüey hace 14 años. Estando allá en Cuba, la maestra Zoila Fernández fue y me invitó a participar y yo feliz y encantada, un 4 de octubre y desde entonces estoy aquí”, comentó. 

Con un poco de timidez, platicó para Punto MX que, mientras ensayaba para la Gala por el décimo aniversario de la compañía de ballet, no se considera buena para platicar ante una cámara, pero cuando está en el escenario y está frente al público, todo se le olvida, ni las ampollas que tiene en los pies le duelen. 

Ha pasado por un sinfín de puestas en escena, como por ejemplo la Bella Durmiente, Carmen, El Cascanueces o Paquita, cada una la ha marcado y le ha dejado alguna enseñanza; algunos han sido más difíciles que otros, y aunque ha cometido varios errores, siempre, remarcó, aprende de ellos. 

“Siempre se crece ante los errores que vienen y se presentan en cada función de los papeles, algún rol siempre será más difícil que otro, o más fácil, pero siempre uno va a aprendiendo a medida que va creciendo y agarrando confianza y seguridad en el escenario”, agregó. 

Mazatlán, su nueva familia 

Bailar, dar lo mejor de sí, voltear y no ver a su familia ha sido uno de los momentos más tristes de su vida. La distancia les ha impedido estar juntos, verla bailar en cada función que presenta, sin embargo, el cariño de Mazatlán y de sus colegas y amigos de la compañía ha hecho que con el tiempo se sienta cada vez más mazatleca. 

Dentro de la compañía ha aprendido a ser constante, a amar lo que hace, a esforzarse e intentar, una y otra vez hasta que los pasos le salgan bien. Formar parte de un equipo que tiene ya 10 años, ha sido toda una aventura y satisfacción, que espera no culmine pronto, pues se ve todavía dentro de ella en unos años más, incluso consideró que su retiro será dentro de la Compañía de Ballet de Mazatlán. 

“Todavía quiero seguir bailando un poco más porque ya tengo mi edad, pero todavía quiero seguir disfrutando de esto que amo, aquí en Mazatlán. Aquí me siento cómoda y aquí pienso retirarme, estoy cómoda y feliz”, dijo Alina.  

¿Qué consejo le das a los futuros bailarines? 

“Si les gusta, que le echen ganas, que trabajen en lo que quieren, no solo en el ballet, para todo en la vida hay que trabajar y echarle muchas ganas y luchar por lo que se quiere y amarlo. Es doloroso, pero cuando sales al escenario se te olvida todo”, añadió. 

Este 13 de noviembre, en punto de las 20:00 horas en el Teatro Ángela Peralta, Alina y 14 bailarines más interpretarán alrededor de 11 grandes coreografías clásicas, contemporáneas y neoclásicas, como “Romeo y Julieta”, “Llama de París”, “Carnaval de Venecia”, “Corsario”, entre otras.

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