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MAZATLÁN. – Un día estás dirigiendo una puesta en escena, estás dando clases de teatro y, en un abrir y cerrar de ojos, en un hospital recibiendo tu primera quimioterapia porque te detectaron leucemia y lo que era tu mundo ya no es.  

Mario Abreu así pasó los últimos cinco meses de su vida, mientras se mudaba y movía cajas y muebles, detectó en sus manos moretones que no eran comunes. Una cita con el médico le pronosticaba que algo no andaba bien, aunque él se sintiera bien, los médicos detectaron lo peor. 

“Me dio leucemia a mediados de junio de este año. Me hice análisis, pero yo normal, tenía un mes yendo al gimnasio, salió todo muy bajo y el médico no podía creer como me mantenía de pie, no me dolía nada y me internan. Leí mi diagnóstico y entré en shock o en negación. Todo fue muy rápido y mis papás empezaron con todo lo que se tenía que hacer”, contó Mario Abreu.  

Un par de meses atrás, Mario había recibido el Premio al Mérito Juvenil en la categoría de Artística, ya había lanzado Hairspray en el teatro junto a los integrantes de su compañía y tuvo que detener todo por el tiempo que le llevó el tratamiento.  

Mario dice que lo más complicado del proceso fue, en primera, conseguir su tipo de sangre, es O-. Y mientras veía que su pareja y sus papás se movían, el volteaba a su alrededor y conoció el dolor, la tristeza y la desesperanza a través del resto de pacientes con cáncer.  

“Dentro de lo malo que yo estaba viviendo, me estaba yendo bien… Sobreviví a cada quimioterapia, hay gente que no lo hace, pero eran los de al lado, los mismos internos que sufrían más que yo, que me hacían sentir que todos estábamos ahí en ese momento y quizá al día siguiente no, porque vi gente morir y también gente a la que dieron de alta”, comentó. 

Fotos: Karyna Sánchez

Uno lee o escucha “cáncer” y lo asimila a la muerte. Mario dice que para él es esperanza, es fe, asegura que del cáncer sí se sobrevive, que sí se sale adelante, que no es como lo vemos en una película, que sí se puede seguir. 

El continuará con sus chequeos, pues dice que, aunque lo hayan dado de alta, en dos o hasta 10 años puede volver la leucemia. Aprendió a valorarse, a cuidar de su salud, a acercarse a su familia, a estar con su pareja aún más, aunque suene a cliché, dijo, pasar por una enfermedad así cambia la vida y te da un golpe de realidad.  

“Quiero estar en paz, ya no voltear a lo superficial, yo creo que este 2024 busco amor, busco paz, tranquilidad. Yo creo que es lo que todo el mundo debe buscar y valorar a los que nos rodean, uno no sabe qué le puede deparar, pero mientras esté uno aquí hay que aprovechar el día, es un día a la vez”, dijo.  

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