Neidi Ramírez nos comparte cómo llegó al fisicoconstructivismo

MAZATLÁN. – El deporte es una herencia que trae desde sus primeros pasos en la vida, pero el amor al gimnasio es un estilo de vida que aprendió desde muy chica, gracias a las enseñanzas de su abuelo, don Esteban García Pasillas, quien le inculcó como valor principal la disciplina, siempre fue una persona recta y de un trato exigente, así lo describe Neidi María Ramírez García, al agradecerle esa formación que le sirvió para ser quien es hoy en día.  

La joven atleta cuenta que, desde los 12 años, comenzó su amor por el deporte, pero fue el balompié lo que más la atraía, pues de corta edad ya comenzaba a mostrar su talento en escenarios importantes como son las Olimpiadas, Regionales y otros torneos, en los que destacaba siempre, llevando su deporte por buen camino. 

Su conexión con el gimnasio solo era parte de un proceso que tenía que llegar más temprano que tarde, ya que es algo que su familia lo trae en la sangre, pese a eso, su primer trabajo en un gimnasio sería haciendo el aseo los días lunes, martes y miércoles; lo recuerda entre risas, la joven de 32 años de edad, ya que el “gusanito” por las pesas poco a poco llegaría a su vida.  

“Yo hacía el aseo en el gimnasio, mi abuelo me pagaba 300 pesos, recuerdo; con el paso del tiempo, me fue llamando la atención el levantar pesas, pero yo siempre era futbol, empecé a entrenar de joven con mi hermano, pero hacía muy poco”, comentó Ramírez García.  

La curiosidad de sumergirse más en este deporte del fisicoconstructivismo, llegaría en el año 2015 a los 25 años cuando decidió prepararse en busca de una competencia, pero la fuerte disciplina falló, no era igual el gimnasio al futbol, el sacrifico era un poco más estricto, declinando mejor el evento. 

Un año, la vida le dio otra oportunidad, misma que no dejaría escapar, comenzaría un caminar de sacrificios, decidió emprender una aventura dentro de este deporte, motivada por una chispa de pasión que la alimentaba todos los días para dar el siguiente paso, en busca de demostrarse, primero, que podía estar lista para un evento de tal magnitud.  

“Un año después, tenía 26 años de edad cuando dije ‘tengo que poder competir’, me preparé cuatro meses previo a la competencia, una preparación muy pesada, por el poco tiempo, es verdad, tenía rato entrenando, pero esos cuatro meses fueron bastante duros”, resaltó. 

La base que le dio su abuelo en sus primeros pasos cuando hacía el aseo, fuero el primer pilar para un crecimiento importante, pues al llegar la competencia lograría quedarse con el título, siendo una satisfacción enriquecedora para la chica, que a raíz de ahí comenzaría a escribir una historia importante.  

Instructora  

En la actualidad, Neidi está al frente del Gimnasio Mazatlán como instructora, donde ya cuenta con 12 años de experiencia, y con el caminar ha podido guiar con sus consejos a un sinfín de mujeres, hombres y hasta pequeños para que lleven un mejor estilo de vida de la mano del deporte.  

La entrenadora relató que ha podido trabajar con niñas futbolistas en su etapa de preparación, aunque trabaja con personas con sobrepeso, algo que le motiva mucho para lograr inspirar a las personas durante el proceso de vida, sembrar una semilla en cada uno de ellos.  

“Me gusta mucho motivar a las personas, me ha tocado trabajar con personas con sobrepeso y eso me inspira en buscar ayudarlos para que en un proceso logren salir adelante”, destacó.  

Futbol 

El año pasado, Neidi buscaría probar suerte en el deporte que más amó de pequeña, el futbol, con el equipo profesional Mazatlán FC en la ciudad; la joven atleta acudió en el mes de noviembre con la idea y el sueño de conseguir un sitio en el equipo de casa y jugar al máximo nivel en México de manera profesional. 

La pequeña Neidi ha desplegado en los campos locales, estatales y hasta nacionales, su gran talento, con el paso de los años, siendo la capitana en muchas ocasiones de su escuadra y selectivos porteños, pero en noviembre tenía un reto más en su vida. 

“Fuí en noviembre a las visorias del Mazatlán FC, pasé todos los filtros, solamente quedamos dos de un total de 26 jugadoras. Me sentía segura de hacer las pruebas, al final quedé con Kenia Camacho, quien al final, el profe se decidió por ella por su experiencia en el profesionalismo, pero me sentí bien de poder llegar hasta el final”, subrayó.  

Baile  

Además de jugar futbol, levantar pesas y motivar a las personas, llegaría otra etapa importante para ella, el cual empezó cuando hizo su competencia, cuando ganó, resaltó que estaba su cuerpo al máximo, estaba en el baile, llegó la invitación y aceptó otro reto más.  

“Estoy metida en el ambiente, me vieron y me invitaron a bailar en fiestas y antros, y dije por qué no, vámonos a sacarle provecho (jeje), ya tengo siete años bailando”, indicó. 

Hábitos 

Con toda esta descarga de actividades que tiene, la alimentación es el punto más importante para mantenerse de pie y seguir dando “lata”, mostrando su capacidad en los tres ámbitos que más le gustan, otra, tomar proteínas y vitaminas, y aprovechar bien las pocas o muchas horas de sueño.  

“Los fines de semana es cuando más se me complica, por eso tengo que organizarme muy bien, si tengo juegos de futbol, más el gimnasio y el baile, por ejemplo, un viernes bailo y salgo a las 4:00 de la mañana, duermo dos horas y me voy al gimnasio, entonces debo tener un balance importante en mi alimentación y cuando puedo dormir lo aprovecho al máximo”, mencionó.  

A pesar de formar parte de la comunidad LGTB, Neidi nos comparte que nunca ha sufrido alguna discriminación por parte de la gente, ni el futbol, ni el gimnasio y un punto clave es el respeto, siempre poner un límite. 

“Hasta ahorita no me ha pasado el tema de la discriminación, siempre busco respetar a las personas y darme a respetar, es muy importante en todos los aspectos, tanto el futbol como el gimnasio, en el baile no tanto porque es el mismo ambiente, pero de todos modos siempre guardo respeto por todos y una barrera, un límite del respeto”, culminó.   

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