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MAZATLÁN.- A los ocho años, Giovanni Castro Rojo, originario de Mazatlán, Sinaloa, sufrió la amputación de su pierna derecha debido a un agresivo osteosarcoma que se desarrolló en su rodilla. 

La señal de alarma llegó cuando el pequeño comenzó a experimentar malestares en su pierna. Sus padres lo llevaron rápidamente al médico, donde se descubrió que estaba luchando contra el cáncer, y la única alternativa para preservar su vida era la amputación de su pierna derecha. 

Giovanni, con tan solo ocho años, se encontró ante la difícil decisión de preservar su vida. «Sabía que no tenía otra opción más que amputar mi pierna. No había alternativa; era eso o nada, y lo último no era una posibilidad», recuerda. 

Sí, perdió su pierna, pero no su voluntad de superación, especialmente después de ocho años de depender de muletas. Recientemente, recibió una prótesis de parte del DIF Mazatlán, un cambio que le permitirá movilizarse y persistir en la búsqueda de sus sueños. Uno de estos sueños es superar el miedo a prescindir de las muletas. 

Giovanni se autodenomina un joven «movido» cuya condición no le impide llevar a cabo sus actividades diarias, como ir a la escuela o montar en bicicleta.  

De hecho, se ha unido al Instituto Municipal del Deporte para formar parte del equipo de deporte adaptado, específicamente en la disciplina de levantamiento de pesas. Una de sus actividades favoritas es asistir al gimnasio para mantenerse en forma. 

«Ya voy a poder caminar y estoy muy feliz, estoy también en IMDEM, en deporte adaptado en levantamiento de pesas. Eso es lo que me gusta hacer. He esperado mucho tiempo por este momento, y hoy finalmente se hace realidad al poder usar mi prótesis». 

Giovanni Castro Rojo

La presidenta de DIF Mazatlán, María Teresa Apodaca, explicó que, al conocer la historia de Giovanni, decidieron brindarle su apoyo para adquirir la tan ansiada prótesis. 

«Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos para conseguir su prótesis, hicimos una rifa en donde participaron nuestros colaboradores y logramos juntar 65 mil pesos, el dinero justo que valía una prótesis a su medida». 

María Teresa Apodaca, presidenta del DIF Mazatlán

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