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MAZATLÁN. – A Rubí siempre le ha gustado dibujar, en Navidad o cuando pudiera, pedía papel, colores o materiales que le ayudaran para lo que ella consideraba su hobbie, ¿cuándo se imaginaría que a sus 23 años dedicaría su vida a ello? Hasta ella misma se lo pregunta cuando hace una retrospectiva y sonríe porque está a nada de graduarse como artista visual.  

Sus papás siempre la apoyaron, su entorno reconocía su talento, pero nunca vio la pintura como una profesión, ella buscaba ser bióloga, dedicar su vida al origen científico del mundo, la composición de los elementos, la vida silvestre, estaba decidida, pero fue su paso por una preparatoria en Estados Unidos que se convenció de darle ese giro a su vida.  

“Estando en Estados Unidos, mis profesores me orientaron, quedé en una universidad allá, lamentablemente no me pude quedar y por eso busqué en México, Guadalajara y Monterrey y me decidí por Monterrey, gracias a ello se me han abierto oportunidades que yo no imaginaba, se dice que no hay tanta apertura para el arte, pero me ha pasado lo contrario”, declaró.  

Sus primeras exhibiciones o muestras fueron desde su paso por el CBTIS 51, como estudiante; en Estados Unidos, en su paso por el High School, y obviamente como estudiante de artes visuales en la Universidad Autónoma de Nuevo León, en donde se ha dado la oportunidad de explorar su técnica, pero también explorarse a sí misma.  

¿Dónde queda la Biología? 

Si te estabas preguntando, ¿dónde quedó la biología entonces? En su arte, toda su inspiración, en cada cuadro, lleva la biología, el origen de la naturaleza, los animales, los elementos, el agua, el aire, el fuego y la tierra, cada una de estas cosas que le siguen gustando, están ahí.  

“La biología, la naturaleza, las ciencias naturales, los elementos, la feminidad, todos esos elementos están conectados, esa inquietud nunca se me quitó y nunca se me va a quitar, terminan reflejado en mis piezas, están conectadas con alguna vivencia o experiencia y por eso salgo en las piezas junto a elementos de la naturaleza”, dijo.  

De su sala al MARCO 

Rubí ganó popularidad en Mazatlán porque pintaba su obra en tenis, cuando se fue a estudiar, su meta siempre fue exponer algo en el MARCO, el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, uno de los lugares de expresión artística más importantes en el país hasta que, con un mural de consigna, lo consiguió.  

Gracias a una ex profesora de la universidad, con quien hizo su servicio social, elaboró una pieza de consigna en donde la técnica de pintura se basa en algo de concreto, lo pidió, se lo dieron y actualmente sigue ahí, en la exhibición de Marcela Quiroga Garza y Gina Arizpe.  

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Le queda poco tiempo como estudiante, pero tiene mucho camino por recorrer. Iniciará sus prácticas en MARCO, pero sin duda, expresó, el arte está en las calles y lo que busca es que la gente tenga mayor acceso a ellas, contrario a la idea de que ir a un museo es elitista, pues cualquier familiar, amigo o vecino cuenta con una expresión artística que debe ser vista ante todos.  

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