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Calle del Oro Mazatlán

MAZATLÁN. – La Calle Sixto Osuna antes era conocida como la Calle del Oro, ¿Pero sabes por qué se le conocía así? Hoy en una de nuestras secciones favoritas de la historia de Mazatlán te contamos este relato.

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Cuando la ciudad creció y empezaron a levantarse construcciones, el casco urbano se vio en la necesidad de identificar los tramos del viejo camino con nombres distintos para que así las personas pudieran notar en un futuro cómo inició Mazatlán.

De acuerdo a Enrique Vega, cronista oficial de la ciudad, el nombre de Calle del Oro pudiera deberse al tráfico habitual de “conductas” de ese mineral que por ella tuvo lugar algún tiempo. Se decía que era una zona donde el oro no escaseaba y que hasta había algo ilegal en esta práctica.

Además de que se decía que había oro, era una vialidad con mucho auge; en una de sus esquinas operó la primera distribuidora de equipo de oficina que hubo en Mazatlán, propiedad de la United Typewriter & Supplies Company, que vendía máquinas de escribir y sus accesorios, y de la que era gerente a finales del siglo XIX el americano J.H. Reider. También, estuvo en esta finca la Joyería y Relojería Marschall, propiedad de Heraclio Félix Díaz, quien fue un político y escritor.

La Calle del Oro también fue sede de La Bola de Oro, establecimiento comercial muy afamado en su época. El hecho de que existieran tantos comercios famosos y populares le hacía más honor a su nombre.

El tranvía tirado por mulas en Mazatlán

El 5 de mayo de 1877, a las 14:00 horas, se inauguró el servicio de transporte público del tranvía tirado por una mula, símbolo de la modernidad de la ciudad en ese momento histórico, porque sólo las grandes ciudades de su tiempo contaban con este tipo de vehículos para la transportación de pasajeros.

Durante dos años se realizaron los trabajos de tendido de vías que iban desde la Aduana Marítima por la calle Arsenal, hasta la terminal ubicada en la calle Astillero (hoy Francisco Serrano), pasando por la calle Sixto Osuna, rodeando la Plazuela Machado y continuando por la calle Constitución hasta la
conclusión del recorrido.

Los vagones tenían capacidad para 12 personas y costaba 6.25 centavos por viaje completo.

A las afueras del museo arqueológico de Mazatlán se encuentran parte de las vías de este medio de transporte.

El nombre actual

Desde la primera mitad del siglo XX, la calle lleva por nombre Sixto Osuna. El nombre completo de este periodista y escritor fue Sixto Osuna Paredes.

Las dos poesías más conocidas de este escritor son: La tarde apacible y La Dolorosa, que fueron difundidas en la Antología Sinaloense de Ernesto Higuera, editada por el Gobierno del General Gabriel Leyva Velázquez.

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