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MAZATLÁN. – El problema de la sequía, es un problema global que ya está dejando estragos a escalas más pequeñas.

A nivel nacional se está haciendo evidente con la falta de agua en Nuevo León, por las altas temperaturas en el norte del país, mientras que en el sur, todo parece normal, el agua sigue su curso por las intensas lluvias, pero, ¿cómo estamos en lo local?, la asociación civil Conselva Costas y Comunidades lo explica.  

La directora ejecutiva, Sandra Guido Sánchez, mencionó que en Sinaloa ya existen análisis meteorológicos que señalan que, desde 1980, se han presentado anomalías y el incremento de la temperatura ha sido de 1 grado Celsius cada año, mientras que las lluvias han disminuido un 25 por ciento, 10 por ciento en el sur de Sinaloa.  

“El norte de Sinaloa va a ser el más afectado por el tema de la sequía, básicamente porque está muy cerca de uno de los puntos más calientes que se dan en el planeta, que está ubicado en Arizona, por esa razón, el norte del país va a ser el más afectado por temas de sequía”, declaró. 

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En el caso de Ahome y Guasave, se encuentran en una de las tres brechas hídricas más grandes del país, mientras que en el centro del estado, los problemas de sequía ya llegaron a serios problemas, con presas con azolve acumulado desde aproximadamente 50 años, incluso, no existe una conversación de la restauración de las cuencas y la infraestructura verde.  

“El sur del estado es, el que, comparativamente, no es que nos vaya a ir bien, pero comparativamente vamos a tener menos impacto, se habla en cuestiones numéricas que la reducción en la precipitación va a ser del 25 por ciento al 10 por ciento, siendo en el norte del país el 25 por ciento menos lluvia al 10 por ciento en el sur de Sinaloa”, dijo.  

¿Qué se necesita para cambiar el panorama? 

Guido Sánchez señaló que la respuesta es sencilla, reforestar y restaurar, ¿desde dónde? Desde las cuencas, desde la zona serrana, para que llueva y surjan acuíferos y ríos, que desde la ciudadanía se empuje a las autoridades para lograrlo con recursos públicos certeros y que estos incluyan políticas públicas en la infraestructura verde, algo, en lo que han insistido como asociación desde hace varios años.  

“Las regiones y los estados que logren adaptarse a estos nuevos esquemas, van a ser lugares competitivos, sustentables que van a traer talento e inversiones, nadie va a invertir en ningún lado en donde no le garanticen ni siquiera el agua, si tenemos un futuro económico”, comentó.  

Para ella, Sinaloa tiene un futuro prometedor y transformador, sobre todo, porque ha girado su actividad económica entorno al agua, siendo el estado que más aporta al Producto Interno Bruto en la actividad primaria, es decir, la agricultura, la ganadería y la pesca.  

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