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‘Soy Carmen y soy más que un seno, soy un ser vivo’
Hace tres años terminó su tratamiento para librar el cáncer de mama y con ello, aprendió una forma distinta de ver la vida, de sonreír más y disfrutarse como si fuera su último día
MAZATLÁN.- Carmen Valadez es madre de familia, esposa y trabaja desde hace 13 años para la misma empresa. Su vida, podría catalogarse como normal, algún café con las amigas de vez en cuando, domingos con la familia con carne asada o ceviche; toda una vida de rutina.
Se consideraba, en aquel entonces, una mujer sana. Se hacía chequeos constantes en el médico general, a veces se daba un gusto, pero siempre cuidando lo que comía, incluso acudía semestralmente a su mastografía pero todo cambió en 2012, cuando en su última revisión, el médico detectó algo que no era normal, fue ahí cuando le detectaron cáncer de mama.
No entendía, y aún cruza sus brazos logrando entender porque fue ella la que tuvo que pasar por todo eso si era una mujer que acudía de manera constante a sus revisiones. Su mundo se vino abajo.
“Te dicen cáncer y lo primero que piensas es en la muerte, no piensas en nada más, porque sabes que muchos no sobreviven, porque te enseñan que el proceso para salir de eso es difícil, pero valía la pena intentarlo por mi y por mi familia y aquí estoy”, contó.
Recordó lo difícil que fue pasar por las terapias, los medicamentos, y al final, una operación que terminó con la extirpación de su seno, era eso o esperar a que quizá regresara el tumor por el que tanto le costó salir adelante.
“Cuando me vi lloré, pero estaba viva y aprendí que los senos no nos definen, soy más que un seno, soy un ser humano y estoy con mi familia, antes me reía pero hoy me rio más, disfruto más”, agregó.
La familia, su principal soporte
A Carmen la motivaba salir adelante, además por ella, por sus dos hijos, un joven de 30 y una de 22 años, su esposo también ha estado ahí, son su círculo, su motor y por lo que hoy en día, después de casi 9 años desde la detección, sonríe, además, quiere ver a sus nietos, cuando los tenga, corriendo por la casa.
“Nunca me dejaron sola, nadie, en mi trabajo me brindaron todo el apoyo, mi familia me acompañaba, me consentía, estuvieron conmigo todos y si, yo digo que si tiene que ver mucho tu recuperación con la compañía de tu familia, quizá sola puedas salir adelante, pero acompañada te llena de seguridad y felicidad”, dijo.
Ahora Carmen, aconseja, desde su experiencia, a la prevención, más que a la detección, a ir constantemente al ginecólogo, a no tenerle miedo, pues no hay miedo más fuerte que el de sobrevivir todos los días con una lucha contra el cáncer que a veces se ve inalcanzable pero que sí se puede lograr.
Sinaloa es una de las entidades con más mortalidad por el cáncer de mama con cerca de 22 muertes por cada 100,000 mujeres de 25 años o más.