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MAZATLÁN.- Cuando un venado cruzaba tu camino y resultaba herido, solías acudir al ya desaparecido Acuario Mazatlán. Allí se encargaban de atender tanto al venado como a otros animales heridos, ya fueran lobos marinos u otras especies. ¿Pero qué sucede ahora? Un grupo de ciudadanas preocupadas está alzando la voz, instando a rescatar la Clínica de Fauna Silvestre. 

Martha Armenta mencionó que desde el cierre del acuario, la población se enfrenta al problema de la ausencia de un lugar similar. En el Acuario Mazatlán se brindaba atención a patos pichichín, pelícanos heridos, aves, tlacuaches y otras especies. Sin embargo, durante la entrega del acuario y los convenios, no se incluyó ningún refugio de auxilio. 

“Ahorita es la temporada donde hay muchos incidentes de pelícanos con sus alas maltratadas, pues se las lastiman cuando se lanzan en picada en las olas, para alimentarse. Este año, muchas personas están llamando al acuario y reportando pelícanos, pero no hay quien los atienda”, declaró.  

La exigencia, señaló la ciudadana, es que las autoridades municipales retomen y habiliten un área específica para este propósito. Esto permitirá que la población, al rescatar algún animal herido, pueda acudir sin problema a esas instalaciones y se le brinde la atención necesaria.  

“El municipio tiene una riqueza de fauna silvestre que es menospreciada por la mayoría de los ciudadanos, y es omiso en cuanto a su deber de protección, como lo mandata la Ley General de Vida Silvestre. A excepción del programa de la tortuga marina, el resto de la fauna para el gobierno municipal no existe”.  

Martha Armenta, ciudadana a favor de la fauna silvestre

Fauna desplazada por el desarrollo 

Martha Armenta añadió que gran parte del problema de fauna desplazada se debe a las construcciones de fraccionamientos y torres de condominios. En estos proyectos, las autoridades municipales no imponen condicionantes para rescatar y reubicar la fauna silvestre. 

Entre sus peticiones, se incluye la asignación del recurso de arrendamiento de la autoridad municipal hacia Gran Acuario Mazatlán Mar de Cortés. Este fondo sería empleado para crear una instalación, financiar a uno a dos veterinarios y adquirir insumos y alimentos para el cuidado de los animales.  

“Nuestro puerto presume de sus bellezas naturales y su centro histórico, y por otro lado está destruyendo nuestra ciudad y nuestra paz con tanta construcción desmedida. Y no tiene, ni por asomo, ningún criterio de sustentabilidad en sus acciones”, manifestó.  

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La ciudadana también agregó su intención de entablar un diálogo con las autoridades municipales para encontrar una solución pronta. Además, busca reunirse con los especialistas del «nuevo acuario» y proponer un programa de rehabilitación y conservación de especies. 

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