¿Fan de la pitaya? En San Ignacio tendrán su propio festival

MAZATLÁN. – Si eres fan de la pitaya, no te puedes perder del 26 al 28 de este mes el Festival de la Pitaya 2023 que se realizará en San Ignacio, hogar de este fruto milenario y característico de Sinaloa. 

Las actividades empiezan este viernes y aquí te traemos el desglose del programa para que te des una vuelta y aprendas aún más de este fruto.  

Viernes 26 de mayo 

19:00 horas. Exposición fotográfica en el salón de eventos múltiples. 

19:30 horas. Callejoneada, desde la calle Gabriel Leyva hacia el callejón del Cielo. 

19:45 horas. Ceremonia ritual de la danza del venado para bendecir la fiesta, conforme a la tradición Yoreme-Mayo en el callejón de El Cielo. 

20:00 horas. Inauguración del Mural en el callejón del Cielo. 

Sábado 27 de mayo  

5:30 horas. Ruta ciclista en el crucero Ixpalino-Cabazán. 

8:00 horas. Convivencia y entrega de medallas en Cabazán. 

10:00 horas. Taller de bordados Pitayas de Corazón, en la plazuela principal de San Ignacio. 

11:00 horas. Intervención por parte del presidente del Conservatorio de Sinaloa, también en la plazuela principal. 

12:00 horas. Firma de convenio entre el ISIC, Cobaes y el Ayuntamiento de San Ignacio para la publicación del libro “Historias sobre el municipio de San Ignacio”, en Palacio Municipal. 

13:00 horas. Transmisión del programa “De la sierra al mar” en la biblioteca virtual. 

Domingo 28 de mayo  

5:30 horas. Senderismo por los Pitayales de Las Lajas, en la plazuela principal de Las Lajas. 

20:00 horas. Presentación de la Banda Sinfónica Juvenil, en el callejón del Cielo. 

Todas las actividades serán gratuitas y son con el fin de rendirle homenaje a este fruto que se cosecha entre los meses de mayo y junio.  

Recordemos que la pitaya es un cactus cubierto de espinas y da una flor que al ser polinizada se convierte en el fruto de pitaya, de sabor dulce y de colores distintos a su interior dependiendo de su maduración, de un color blanco hasta un rojo.    

Las comunidades indígenas solían llamarlo “fruto de los dioses” o “manjar de los dioses” por su cosecha, su sabor y su particularidad. Actualmente se deleita hasta en una nieve, en tamales o así al natural.

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