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MARIA DEVAKI

MAZATLÁN. – Para ellos, la cultura, el arte y la música, es sin duda un camino lleno de pasión, esfuerzo y trabajo, con días duros de sobrellevar, pero con momentos de gloria… Si entras a este mundo, tienes que atorarle, pues si dudas, no figuras, así que la vida del artista es una pasión que no tiene cura y que todo el día se vive al tope. 

Eso lo sabe muy bien la maestra y actual directora del Coro Ángela Peralta, María Devaki Murillo Reyes, con 46 años y oriunda de la Ciudad de México, tiene una vida marcada en el Coro más emblemático de Mazatlán. Es hija de padres mazatlecos y radica en el puerto desde los siete años de edad; ella se ha sabido trasformar al mismo ritmo que el crecimiento cultural de Mazatlán. 

Murillo Reyes cuenta con dos carreras: Licenciatura en Canto y Sociología, las cuales ha podido llevar de la mano en su caminar dentro del mundo de la música, que le ha dejado grandes momentos de aprendizaje, consolidándose desde muy joven y que, hoy en día, le permite hablar de grandes satisfacciones.  

“Mi familia es de músicos, mis padres son músicos, yo empecé a estudiar desde muy chica, pero sin intenciones de estar dentro de esto; hice mi primaria, secundaria y preparatoria aquí en Mazatlán. 

“Pero en la secundaria me encontré al maestro Néstor Landeros, un maestro de música muy reconocido, y él me metió al coro de la secundaria y me empezó el gusto por estar cantando en el coro”, dijo Murillo Reyes.  

La actual directora del Coro Ángela Peralta mencionó que conoció al maestro Antonio González en 1992, y para ella fue una revelación, pues sería su mentor al mostrarle el bello mundo coral, que la música no solo era cantar música polifónica, sino le enseñó el camino a la Ópera; desde entonces entendió que su mundo sería ese, con apenas 15 años, el impacto fue crucial.   

El maestro Antonio González le enseñó que, con disciplina, trabajo constante en lo que se hace, las personas pueden desarrollar el potencial oculto que tienen, y desde ese momento comenzó a forjar su caminar en este maravilloso mundo lleno de magia, sorpresa y sobre todo aprendizaje.  

Su caminar lleno de crecimiento  

María Devaki dio sus primeros pasos como cualquier persona que llega al Coro, llevó a cabo su audición y fue escuchada por el Maestro Antonio, en la que quedó dentro de este grupo durante tres años, pero su hambre de crecer, la regresaría al lugar que la vio nacer, la Ciudad de México, donde estuvo dos años y medio bajo las enseñanzas de la maestra Maritza Alemán. 

“Duré dos años y medio en Ciudad de México, pero me regresé a Mazatlán, porque había la intención de una carrera aquí y yo, junto a Patricia Pérez y Noel Osuna, compañeros de generación, guiados por el maestro Antonio, hicimos una investigación de como abrir una Licenciatura en Canto, se hicieron los trámites hasta abrirla”, destacó. 

Sí, curiosamente, María luchó por abrir una carrera que a la postre cursaría, su Licenciatura en Canto. Bien se dice que nunca se deja de aprender en la vida, el capacitarse era el pan de cada día para ella, fue ahí donde estudió varios años; rápidamente logró, con su gran recorrido musical, convertirse en la asistente del maestro Antonio González. 

Oportunidades 

Mary, como la conocen sus amigos, fue asistente del profesor que daba clases de solfeo a la gente que entraba al Coro; sin darse cuenta, rápidamente le llegaría una de las oportunidades más importantes para ella: estar al frente del Coro Ángela Peralta. 

Fue en el año 2008 cuando el maestro Antonio González pidió un año sabático, y fue así como la oportunidad de oro tocó su puerta, al invitarla a quedarse al frente del Coro. Los años de aprendizaje y de estudio no fueron en vano, comenzaron a dar frutos. 

Todo ese año se quedaría sola al frente del Coro Ángela Peralta, sin duda una experiencia muy impactante, pues tenía en sus manos una responsabilidad tan grande que no dependía solamente de ella, sino que tenía que aprender a lidiar con las voluntades de los demás y llevar todo a buen puerto. 

“Fue ahí donde me di cuenta que quería dedicarme a la dirección, tomé cursos de dirección coral, iba a la Ciudad de México; entonces le planteé mis intenciones al maestro Antonio, ya tenía muchos años trabajando con él, pero fue en el 2018 cuando el maestro decide jubilarse”, manifestó. 

La hora de la verdad 

Los primeros pasos que dio de pequeña, las horas de desvelos estudiando, empezaron a dar sus frutos; el tiempo al lado del maestro fue clave para ver reflejado el esfuerzo y el trabajo, sobre todo cuando Antonio González decide jubilarse al cumplir 25 años en el Coro Ángela Peralta, recuerda que se hizo una gala y el momento llegó cuando le propone quedarse al frente del Coro, lo cual tuvo que pensarlo mucho, pues el compromiso no era fácil, pero al final aceptó. 

“Lo pensé mucho porque el Coro Ángela Peralta, para Mazatlán, no es un solo Coro, es la puerta para entrar, para todas las personas que no se dedican a la música, de poder acceder a la escuela porque no existen grandes requisitos, es algo que los mazatlecos sienten como suyo”, explicó.  

El tomar la batuta a partir del 2018 no sería nada fácil para Murillo Reyes, además que fueron tiempos complicados, ya que como en todo el mundo, les tocó sobrevivir a una pandemia, pero la gente supo responder bien, y es que el Coro es la gente y la gente ahí está.  

Marcó su caminar  

María Devaki debía de pasar momento complicados y el más difícil fue el conocer a la gente, ya que muchos la conocían como la maestra de solfeo, pero eran sus compañeros; ahora, el estar al frente, todo cambiaba, no era más sus compañeras, sino la maestra. 

“El conocer sus historias, muchos te dicen: ‘maestra, no tengo dinero para el camión’, o ‘dónde dejo a mis hijos’ y ahí que haces al estar al frente del Coro, debes buscar cómo ayudarlos para que no se alejen”, detalló.  

A decir verdad, Mary Murillo, siempre ha tenido en claro que una carrera de solista eres tú, pero ser líder de un grupo de más de 50 personas y tan heterogéneo, no es nada fácil, tratar con las personas al mismo tiempo y darles un objetivo común, es difícil, pero se ha logrado llevar a cabo.  

Mazatlán y su transformación cultural 

Con el paso de los años, pudiéramos decir que durante los 30 años que tiene el Coro Ángela Peralta, se ha podido notar una transformación cultural importante en muchos ámbitos, pues antes, el Teatro era un lote baldío que ha sabido cambiar, reconstruirse, crecer y florecer con el paso de los años.   

“Ha tenido una transformación importante, fue en 1992 cuando se forma el Coro, y antes teníamos que vender los boletos de casa en casa, hoy en día se venden con meses de anticipación y eso refleja el cambio”, apuntó.  

Las galas navideñas, obras de teatro, ópera, los Delfos y muchas cosas más han creado un cambio importante y un crecimiento en el público, algo que antes era escaso pero que hoy en día, son parte de los mazatlecos, antes mandar a estudiar a tus hijos canto, música o danza era complicado, hoy es muy común.  

El Coro Ángela Peralta  

La maestra Murillo Reyes, quien hoy es la directora del Coro Ángela Peralta, tiene claro que un factor importante del crecimiento a través del tiempo es la consolidación de la agrupación; todo esto ha sido por el gusto de la música, donde han pasado personas de diferentes edades, profesiones, denominaciones sociales y nacionalidades.  

El maestro Antonio González, sin duda, sentó las bases de lo que hoy es la Licenciatura en Canto en el Centro Municipal de Arte, que celebra sus 30 años de servicio y tradición cultural de los mazatlecos. 

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