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BUSAN.- En medio de una creciente tensión en la península coreana, el régimen de Corea del Norte amenazó este viernes con hundir el portaaviones estadounidense USS Ronald Reagan, que recientemente llegó a Corea del Sur como una muestra de fuerza contra el programa nuclear de Pyongyang. La situación ha generado preocupación internacional y ha elevado el riesgo de un conflicto militar en la región. 

La agencia de propaganda dirigida por Kim Jong-un publicó un editorial en el que condenó el despliegue del USS Ronald Reagan en el puerto de Busan, al sureste de Seúl, donde se planeaban llevar a cabo ejercicios conjuntos con la marina surcoreana. Corea del Norte calificó esta acción como una «provocación militar manifiesta.» 

Según el gobierno norcoreano, el envío de activos nucleares estratégicos estadounidenses a la península ha llevado la situación a «circunstancias catastróficas irrevocables» y ha acusado a Washington de planear un ataque nuclear contra Corea del Norte.  

Además, Pyongyang ha advertido que sus fuerzas están listas para responder con «el ataque más rápido y poderoso» contra los objetivos estadounidenses. 

El editorial también declaró que «el estallido de una guerra nuclear pasa ahora a primer plano,» lo que refleja la escalada de la retórica belicista por parte de Corea del Norte en respuesta al despliegue del USS Ronald Reagan. 

Esta escalada de tensión se produce después de que se haya planteado en Seúl la posibilidad de anular un acuerdo intercoreano de 2018 para reducir la tensión militar, debido a las «repetidas violaciones» del pacto por parte del Norte.  

La península coreana ha vivido un momento de gran tensión desde el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización entre Pyongyang y Washington en 2019. 

En un intento por contrarrestar esta amenaza, Estados Unidos y Corea del Sur han reanudado sus maniobras militares conjuntas y han desplegado activos estratégicos en la región, como portaaviones y bombarderos.  

El USS Ronald Reagan permanecerá en Busan hasta el lunes como parte de un acuerdo bilateral destinado a aumentar la «presencia regular» de los activos estadounidenses ante el avance del programa nuclear de Kim Jong-un. 

Esta es la primera visita de un portaaviones estadounidense a Corea del Sur en los últimos seis meses, desde que el USS Nimitz atracó en Busan a fines de marzo. En ese momento, el despliegue del USS Nimitz también provocó una respuesta negativa por parte de Corea del Norte, que llevó a cabo pruebas de lanzamiento de misiles balísticos. 

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Datos adicionales 

La amenaza del hundimiento del USS Ronald Reagan coincide con preocupaciones crecientes de que Corea del Norte esté buscando tecnologías armamentísticas sofisticadas de Rusia a cambio de proveer municiones para reponer los arsenales rusos en el conflicto en Ucrania. Estas preocupaciones se intensificaron después de que Kim Jong-un viajara a Rusia el mes pasado para reunirse con el presidente Vladimir Putin y visitar importantes instalaciones de producción de armas. 

Corea del Norte ha realizado un número récord de lanzamientos de misiles este año desafiando las sanciones internacionales y recientemente consagró su condición de potencia nuclear en su constitución. Además, el país ha prometido poner en órbita un satélite espía militar este mes, tras dos intentos fallidos anteriores. 

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