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MAZATLÁN. – Ser maestro es una de las profesiones más nobles del ser humano. Todos, con seguridad, tenemos una maestra o maestro que ha marcado nuestra vida, convirtiéndose en una inspiración para nuestro desarrollo profesional. 

En México, se conmemora el Día del Maestro desde el año 1918, cuando el presidente Venustiano Carranza firmó el decreto. De esta manera se honra a esas personas que nos han enseñado mucho de lo que sabemos y no solo en el aula, sino en la vida misma, siendo un apoyo con sus consejos y experiencia. 

Este lunes 15 de mayo se festeja a los maestros y maestras, una de ellas es María Fernanda López Valencia de 37 años edad, quien con sus enseñanzas a lo largo de casi 18 años ha sabido dejar huella entre sus alumnos y padres de familia en el Instituto Cultural Occidentes (ICO). 

Una vocación que empezó desde muy chica, pues recuerda que en su infancia jugaba a ser maestra, algo que viene de familia pues tiene dos tías que son abuelas. Aún recuerda sus primeros pasos dentro de esta profesión que le ha dejado muchas satisfacciones a su corta edad trabajando con niños de preescolar y actualmente primero de primaria. 

“Yo empecé trabajando en Estado Unidos en una guardería, solamente como prácticamente, después me vine a Mazatlán, di clases de inglés y después cuando me titulé en preescolar, a los 22 años fue cuando llevé a cabo mi primera clase”, externó.    

López Valencia, es egresada del Colegio ICO, desde preescolar hasta la preparatoria, ella confesó que la estructura con la que cuenta el Colegio, sus valores, la visión y misión son algo que siempre le gustó y cosas que aprendió de ahí ha puesto en práctica, para seguir con la formación de las nuevas generaciones. 

Comentó que lo primero que tienes que querer es dedicarle el tiempo necesario, ya que la educación es la base para un mejor futuro, a través de valores como el respeto, la puntualidad, la asistencia y la disciplina. Un buen maestro debe ser comprensivo, y siempre dar lo mejor de sí para sus alumnos, asegura. 

Una de las mayores satisfacciones en su corta profesión ha sido el poder ver a sus alumnos convertirse en mejores seres humanos y ser una parte importante para esta sociedad a través de los valores impartidos en el aula día con día. 

“Siempre he trabajado con niños pequeños y uno de los retos que siempre he tenido es que los niños aprendan a leer y escribir, el fomento a valores en ambas, tanto en preescolar como primaria, son cosas muy satisfactorias”, mencionó.  

Otra pasión   

María Fernanda, combina su amada profesión de maestra con el deporte, algo que le ha marcado el tener mucha disciplina en su vida diaria.  

Además de ser madre de tres bellos hijos, busca siempre inculcar a sus alumnos e hijos que el deporte y el estudio pueden ir de la mano de gran forma y que son herramientas para crecer en lo personal y laboral. 

La maestra tiene una rutina diaria un poco complicada, pues a las 5:00 de la mañana sale de la cama y una hora después ya le está pegando al Fitboxing, un entrenamiento funcional con técnica de boxeo. También corre por el malecón de Mazatlán. Y a las 7:30 ya está en el aula impartiendo clases a sus pequeños. 

 Otra de las pasiones que comparte es su amor por el baloncesto, donde trabaja para Venados Basketball en el staff. El deporte ráfaga es una pasión que tiene desde joven y que la ha sabido compartir con sus hijos y con sus alumnos. 

“Algo que siempre les inculco a mis alumnos es que tienen que practicar algún deporte, aunque sí les hago hincapié mucho del baloncesto, es el deporte que amo. Les digo todas las bondades que brinda este deporte y cómo los pueden combinar con la escuela, ya que ambas cosas tienen muchas cosas en común: disciplinas, respeto, puntualidad y muchos valores”, concluyó.

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