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MAZATLÁN.- Las festividades religiosas marcan un tiempo importante durante las
celebraciones eucarísticas especiales en el periodo de Semana Santa, donde los sacerdotes de la Diócesis de Mazatlán, que comprende las parroquias del sur de Sinaloa, renuevan su compromiso para seguir sirviendo en la Palabra y el Ministerio de Dios.

La Misa Crismal es una ceremonia religiosa que año con año se realiza en la iglesia católica y que es oficiada por el Obispo de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras, y donde se consagran los Santos Óleos, los cuales son de los Enfermos, el de los Catecúmenos y el Santo Crisma.

Los óleos elaborados con aceite de oliva, que se utilizan durante el año para ungir a los enfermos, de igual manera a quienes se bautizan y sellan los ministerios de la Iglesia Católica.

Con la presencia de decenas de presbíteros, religiosas y fieles que llenaron la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, el Obispo Espinosa Contreras dio un mensaje para recordar que Cristo comunicó su sacerdocio a los Apóstoles y a los presbíteros.

Monseñor les preguntó a los sacerdotes presentes: ¿Quieren ustedes renovar las promesas sacerdotales que hicieron el día de su ordenación ante su Obispo y ante el pueblo santo de Dios? A la cual todos contestaron “Sí, quiero”.

Durante la bendición de los Santos Óleos, el Obispo pidió a Dios para curar las dolencias de los enfermos.

“En busca de quitar todo dolor y debilidad y toda enfermedad, que sea para nosotros Óleo Santo bendecido para tu Padre en el nombre de Jesucristo Señor Nuestro que vive y reina por los siglos de los siglos”, comentó Mario Espinosa.

Por su parte, el Óleo de los Catecúmenos exclamó a Dios que hizo del aceite un signo de fortaleza que se digne de bendecir este aceite y fortalezca a los catecúmenos que con él serán ungidos en el Bautismo.

Ya en el Santo Crisma, mismo que es utilizado para la unción de profetas, sacerdotes y reyes, dijo que el aceite que santifica, de haberlo hecho patente de modo especial en el Hijo Amado de Dios.

“Mediante este santo misterio del Crisma, de igual manera reparte a los hombres las riquezas de tu gracia y así como tus hijos renacidos en el baño bautismal quedan fortalecido por la unción del espíritu y configurados a tu ministerio participan en tu dignidad de profetas, sacerdotes y reyes”, añadió.

José Ortega es ordenado diácono

Con la presencia de presbíteros, religiosas y fieles, José Alberto Ortega Navarro fue ordenado al ministerio del Diaconado, en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, el Obispo Mario Espinosa Contreras le impuso las manos en la cabeza para conferir el orden de Diácono, con la cual ya puede celebrar algunos sacramentos antes de ser ordenado Presbítero.

El Obispo de la Diócesis en Mazatlán, fue quien precisó que mencionó que orden sacerdotal tiene tres grados que son el Diácono, el presbítero y el obispo.

“El primer grado es el diácono, que normalmente son diáconos hacia el final de su carrera sacerdotal y quedan disponibles para ir a una comunidad a acompañar a presbíteros, a párrocos como auxiliares».

«Tiene las obligaciones propias de los presbíteros, también propias de los diáconos, y se tiene también ya una responsabilidad de servicios con sus hermanos y hermanas”, mencionó.

Después de su ordenación como diácono, José Alberto Ortega Navarro recibió felicitaciones de parte de los presbíteros del sur de Sinaloa y sus padres, y de paso todos los presentes le ofrecieron un fuerte aplauso de felicitación.

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