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MAZATLÁN. – Desde el 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas propuso que cada 2 de abril se «celebrara» el Día Mundial del Autismo, con el objetivo de poner de relieve la necesidad de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con Trastorno de Espectro Autista y promover su inclusión.  

Este año, la campaña se llama “Un viaje feliz por la vida”, pero, ¿qué sabemos del autismo? ¿cuáles son sus características? Aquí una pequeña lectura para entenderlo.  

Es considerada una discapacidad del desarrollo que puede provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativas. A menudo, no hay indicios en el aspecto de las personas con TEA que los diferencien de otras personas, pero es posible que quienes lo padecen se comuniquen, interactúen, se comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas.  

Existen desde personas con muy altos niveles de capacidad hasta personas con muchas dificultades; es decir, mientras unas viven de manera libre e independiente otras requieren de mucha ayuda para ejercer con sus actividades.   

Las personas con un TEA a menudo tienen problemas con las destrezas sociales, emocionales y de comunicación. Es posible que repitan determinados comportamientos o que no quieran cambios en sus actividades diarias, tienen distintas maneras de aprender, prestar atención o reaccionar ante las cosas. Algunos de los signos comienzan durante la niñez temprana y, por lo general, duran toda la vida.  

Existen al menos 5 tipos dentro del espectro autista como, autismo, síndrome de Rett, síndrome de Asperger, Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado, aquí te mostramos un poco de cada una.  

Autismo 

Es un trastorno que habitualmente comienza durante los primeros 3 años de vida, siendo los padres los primeros que comienzan a identificar en su hijo comportamientos diferentes a los niños de su edad. Algunos de estos síntomas extraños son: nula o muy escasa comunicación verbal, el niño es muy poco sociable y solitario o no mostrar interés en identificar objetos o llamar la atención de los padres. 

Síndrome de Rett 

La característica diferencial de este tipo de autismo es que se presenta casi con exclusividad en niñas y tiene carácter regresivo. Las personas afectadas comienzan a sufrir un proceso degenerativo y progresivo del sistema nervioso que se manifiesta en forma de alteraciones en la comunicación, la cognición y la motricidad alrededor de los 2 años. Estas niñas tienen un desarrollo psicomotor normal, al menos en apariencia, hasta entonces. De cualquier modo, diversos estudios demuestran que, incluso en el periodo asintomático, se produce una reducción del tono muscular. 

Síndrome de Asperger 

Es el tipo de autismo más difícil y tardío de diagnosticar porque las personas afectadas no tienen ningún tipo de discapacidad intelectual ni rasgo físico que lo identifique. El déficit se encuentra por lo tanto en el campo de las habilidades sociales y el comportamiento, siendo lo suficientemente importante como para comprometer seriamente su desarrollo e integración social y laboral. Problemas de interacción social, falta de empatía, poca coordinación psicomotriz, no entender las ironías ni el doble sentido del lenguaje y la obsesión con ciertos temas, son algunas de las características más habituales en el Asperger. 

Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller 

Suele aparecer sobre los 2 años, aunque en ocasiones no se hace evidente hasta pasados los 10. Coincide con los otros tipos de autismo en afectar a las mismas áreas, pero se diferencia en su carácter regresivo y repentino, hasta el punto de que en ocasiones el mismo niño se da cuenta del problema, mostrando su preocupación a los padres. 

Trastorno generalizado del desarrollo no especificado 

Es una etiqueta diagnóstica que se utiliza en aquellos casos en que los síntomas clínicos son demasiado heterogéneos como para ser incluidos en alguno de los otros tipos. También se presentan trastornos de reciprocidad social, problemas severos de comunicación y la existencia de intereses y actividades peculiares, restringidas y estereotipadas. 

¿Existe un tratamiento? Sigue leyendo 

No hay cura para el trastorno del espectro autista, y no existe un tratamiento único para todos los pacientes. El objetivo del tratamiento es maximizar la capacidad de tu hijo para desempeñarse al reducir los síntomas del trastorno del espectro autista y respaldar el desarrollo y el aprendizaje. La intervención temprana durante los años preescolares puede ayudar a tu hijo a aprender habilidades fundamentales de conducta, de comunicación, funcionales y sociales. 

Si a tu hijo le diagnostican trastorno del espectro autista, habla con expertos sobre la elaboración de una estrategia de tratamiento y forma un equipo de profesionales para atender las necesidades de tu hijo. 

Entre las opciones de tratamiento, se encuentran las siguientes: 

-Terapias de comportamiento y comunicación 

-Terapias educativas 

-Terapias familiares 

-Otras terapias como, la terapia de conversación, la terapia ocupacional para aprender actividades de la vida diaria y fisioterapia para mejorar el movimiento y el equilibrio. Un psicólogo puede recomendar maneras de abordar los comportamientos problemáticos. 

-Medicamentos. Ningún medicamento puede mejorar los signos centrales del trastorno del espectro autista, pero algunos medicamentos específicos pueden ayudar a controlar los síntomas. Algunos medicamentos y suplementos pueden interactuar y provocar efectos secundarios peligrosos. 

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