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Seminario

MAZATLÁN. – Contar con la vocación sacerdotal es una gracia que solamente Dios otorga, pero la deposita como una semilla que se tiene que regar y nutrir todos los días para que pueda florecer, eso es algo que hacen los seminaristas.

Fue el primer Obispo de la Diócesis en Mazatlán, Don Miguel García Franco, quien tuvo la idea de fijar el domingo de Ramos como el Día del Seminario y se ha vuelto un día muy importante para todos los seminaristas y los sacerdotes en busca del camino del Dios, un tiempo para reflexionar y orar para que los jóvenes elijan el camino eclesiástico.

El Seminario es el lugar donde el seminarista estudiará para convertirse en un hombre íntegro que pueda dar una respuesta fiel y madura en la entrega del Señor, siendo después un sacerdote que camina hacia la santidad.  

Fotos: Jahir Salas

El rector del Seminario en Mazatlán, Padre Gustavo Díaz Ruíz, abrió las puertas de esta casa sacerdotal en la ciudad a Punto MX para conocer un poco más del lado humano del futuro sacerdote, sus pasos y sacrificios ante el llamado de Dios.

“Un seminarista es un joven enamorado de la llamada personal que Jesús le hace a seguirlo muy de cerca, literalmente sabemos que un seminarista es un estudiante para Sacerdote, es alguien que ha escuchado el llamado de Jesús, como en el evangelio nos narra, cuando Jesús llama a Pedro y su hermano Andrés, ven y sígueme, te haré pescador”, comentó el padre Díaz Ruiz.  

Ofrecer la vida a Dios es algo hermoso: seminaristas

Manuel Andrés Cárdenas Velarde, un joven mazatleco de 22 años de edad, narró que recibió la llamada de Dios a través del teatro y una invitación al Pajuma, hecho que lo pondría años después en el Seminario.

“Cuando vi el Pajuma dije ‘yo quiero estar ahí, el poder participar por el lado cultural’. Yo pensaba que no era lo mío, pero al final hice la prueba y ahí fue donde dije ‘la gente necesita buenos sacerdotes y ahí fue el llamado que sentí de inmediato’ ”, relató.

Con 8 años en el Semanario, confesó que ha sido un camino difícil, lleno de retos importantes, pero no imposibles.

Para Adrián Osuna Velarde, un chico mazatleco de 21 años de edad, expresó que desde pequeño ha sentido la necesidad de ayudar y hacer grandes cosas.

“En seis años pasan muchas cosas, pero todavía me faltan otros cinco años, ha sido toda una aventura y desarrollo de mi persona, de conocerme a mí mismo, sobre todo, y tomar todas las cosas buenas», dijo.

Osuna Velarde compartió que sintió el llamado desde tercer año de secundaria, pero finalmente se decidió cuando iba empezando la preparatoria.

Comentó que, en medio de un mundo lleno de tentaciones, lo que lo ha ayudado seguir viendo y viviendo los pequeños actos de bondad es la oración.

Ambos seminaristas invitaron a los jóvenes a vivir la vida al máximo, buscar la felicidad y tomar decisiones con total libertad. A todos los jóvenes que sienten la vocación de ser sacerdotes los invitan a conocer el Seminario y entrar al llamado de Dios y poder tomar una decisión más clara, no temer y probar las oportunidades.  

¿Qué se necesita para ser seminarista?

Se necesita que hayan terminado con éxito la secundaria, preparatoria o bien, la Universidad; sobre todo que el joven que aspire tenga el deseo de ser sacerdote. Se admiten jóvenes hasta los 25 años de edad.

Realizan colecta

El Seminario realiza una colecta anual, pero también se reciben donativos económicos y en especie.

“Durante el año recibimos donaciones económicas o en especie. Pero lo más importante es la oración, es fundamental la oración para tener vocación, jóvenes generosos que respondan al llamado de Jesús. La generosidad de la sociedad ha sido importante en este caminar”, finalizó.

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