Isla de la Piedra, el diamante en bruto de Mazatlán que busca ser conservado

MAZATLÁN. – Uno de los atractivos más visitados por el turista cuando está en Mazatlán es la Isla de la Piedra, ya sea por carretera o por lancha, en cualquiera de sus tres embarcaderos, y aunque con el paso de los años y su incremento turístico se ha popularizado, es un destino que busca ser conservado como un lugar natural.  

La Isla de la Piedra inició sus actividades en 1926 cuando se convirtió, de manera oficial, en un ejido; su nombre hace alusión a una piedra enorme que se destaca desde la zona norte y sur de Mazatlán, de ahí que la gente la llamara Isla de la Piedra, logrando identificarla de tal manera que, desde entonces así la llamamos y así la ofrecen como atractivo turístico.   

Pero recordemos que las actividades turísticas no pintaban en aquel entonces, todo estaba enfocado a la agricultura, especialmente con ciruelas, limón, coco, tamarindo, ajonjolí, frijol, entre otras cosas, sin embargo, esta actividad fue de más a menos; de ahí le siguió la pesca y de ahí el turismo, actividad prácticamente nueva.  

La Mazatlán-Durango, la vía que le cambió la vida a Mazatlán y a la Isla  

Los habitantes de la Isla de la Piedra recuerdan como era la actividad turística antes en esa zona, era meramente local; antes, si visitabas la Isla, podías comprar tu propio pescado y solo pagarle a una palapa para que te lo preparara frito o zarandeado, tu ibas con lo demás.  

Y aunque así permaneció por muchos años, no fue hasta que se inauguró la “súper carretera” Mazatlán-Durango, en 2013, que el turismo no solo creció, sino que se potencializó y detonó la zona y con ello también obligó a los mismos “isleños” a mejorar sus servicios.  

Carmelita es dueña del Hotel Boutique Carmelita’s, es de los primeros hoteles que se formó al ver que el turismo podía ser una fuente de empleo no solo para quienes se mantienen como dueños, sino para los habitantes.  

El hotel es heredado, iniciado desde 1938 y que después de varias remodelaciones, se mantiene como un lugar de descanso y de comida, especialmente por la comunidad extranjera.  

“Sin duda, la Mazatlán-Durango vino a revolucionar la zona, empezó a llegar más turismo, pero más turismo de mayor poder adquisitivo, ¿qué pasa? Que eso te orilla a mejorar, a poner ciertas reglas y a orillar a tener clientes que vayan con lo que quieres vender y aquí, si uno cambia, los demás se contagian”, comentó la hija de Carmelita.  

Para ella es importante, dijo, que la Isla de la Piedra vaya por ese mismo camino de la competitividad, pero, sobre todo, que se diferencie del resto de Mazatlán, que cuando pienses en tranquilidad, pienses en la Isla.  

Y es que la Isla, sí es bien visitada por locales, pero, indicó, el extranjero no solo viene por un par de horas, sino que se establece por meses, ¿por qué? Por lo que aún conservan de la naturalidad de un destino.  

Por lo menos, los tráileres park que hay en la Isla, tienen más de 15 campers de extranjeros que, por la tranquilidad de la zona, se albergan meses, sin necesidad de acercarse a la zona urbana y es precisamente eso, lo que los mismos habitantes están buscando conservar.  

“El fenómeno de los extranjeros incrementó cuando Mazatlán se fue quedando sin espacios para llegar con sus tráileres a la orilla de la playa. Les gusta mucho Mazatlán, pero les gusta la naturaleza, despertar y sentir la brisa del mar, de ahí que muchos que están hospedados en el puerto, vengan todos los días y pasen horas en los restaurantes, por lo rural”, comentó. 

La actividad restaurantera también ha sido muy beneficiada con este incremento turístico, para ellos, ya no hay “piojillo”, al “piojillo” se le conoce como la temporada baja; sin embargo, con este incremento de los extranjeros y la visita de turismo todos los fines de semana, ya no hay tal incertidumbre.  

Al menos, en el paseo de la playa de la Isla se tiene un conteo de cerca de 35 restaurantes, más los que están en la Isla de los Chivos, venden ceviches, pescados fritos o zarandeados, empanizados, cocteles o nachos, bebidas con alcohol o sin alcohol, más el plus del coco fresco y hamacas para la siesta.  

La isla, área de oportunidad para el desarrollo inmobiliario 

Por muchos años, al ver el potencial turístico de la zona, el sector inmobiliario ha intentado entrar para desarrollar más producto turístico e inmobiliario; el ejemplo es el de Amaitlán, un complejo inmobiliario y turístico que se creó por 2015 o 2016 y que desde entonces solamente cuentan con un jardín botánico.  

Este desarrollo, en su página web, explica que sus diseños y construcciones están basadas en modelos sustentables y sostenibles que incluyen viviendas, condominios, plazas comerciales y hoteles, sin embargo, el proyecto no muestra más avance de ello.  

Los retos de la Isla para seguir como está  

Para el secretario de Desarrollo Económico, Turismo y Pesca de Mazatlán, Ricardo Velarde Cárdenas, la Isla de la Piedra es un “diamante en bruto” que necesita pulirse, pero también organizarse y, sin duda, tiene un futuro prometedor en materia ecoturística.  

“Los retos hoy en día que tenemos es que se forme y se fortalezca el Comité de la Isla de la Piedra para poder seguir detonando, a veces cuidando la limpieza, el ordenamiento vial y algo que lo hace atractivo es la cercanía con la llegada de turismo de cruceros”, comentó.  

Velarde Cárdenas señaló que algo que han entendido los prestadores de servicios es la atención al turista, y es que recientemente los chalecos salvavidas de las lanchas de transporte fueron cambiados recientemente y las zonas de arribo están siendo arregladas para dar un mejor aspecto.  

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El funcionario municipal expresó que la Isla va a terminar generando un corredor importante desde el aeropuerto, sin embargo, necesitan la creación del comité para conservar y también generar.  

“Tenemos que poner un ordenamiento, traemos el reto de reagruparnos para ofrecer una ciudad que, así como está teniendo atención en turistas, también al local le vaya bien”, añadió.  

Entre los desarrollos que están en puerta, agregó, están Dreams, un hotel de Grupo Pinsa en Estrella de Mar y un desarrollo ecoturístico en la zona de los manglares, pero este va más como un recorrido o paseo que con una construcción.  

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