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De central camionera a circuito turístico comercial y después Mercado de las Flores
Este mercado es uno de los establecimientos más conocidos del puerto porque ahí locales y turistas encuentran toda clase de ramos y arreglos florales a un excelente precio
MAZATLÁN.- Quién no ha comprado flores en el Mercado de las Flores no es de Mazatlán. Este mercado es uno de los establecimientos más conocidos del puerto porque ahí locales y turistas encuentran toda clase de ramos y arreglos florales a un excelente precio.
Y sí, es de los sitios más populares, pero ¿te sabes su historia? Para empezar el Mercado de las Flores tiene nombre y es “María del Carmen Coppel de Ordaz”.
De acuerdo con Enrique Vega Ayala, cronista oficial de la ciudad, el sitio lleva ese nombre debido a que originalmente los comerciantes vendían sus productos florales en un tianguis que se ubicaba en la Plazuela Zaragoza, pero estos terminaron siendo reubicados a principios de los años 90 a las instalaciones que hoy todos conocemos.
Terreno que a principios del siglo XX estaba contemplado para la construcción de un hotel que después se convirtió en la primera Central Camionera de Mazatlán, en 1960. El cronista expresó que años después, el gobierno municipal buscó cambiar a “las changueras” a dichas instalaciones, pero estas se rehusaron por lo que se decidió reubicar a los vendedores de flores y fue así como se convirtió en el mercado de las flores.
La remodelación
En un intento por remodelar el edificio, los gobiernos de Fernando Pucheta y Quirino Ordaz Coppel pensaron en crear un circuito turístico y comercial; este consistía en tres secciones: área de flores, área para las vendedoras de camarón (las changeras) y una zona comercial donde se querían reubicar a los vendedores ambulantes de la Glorieta Sánchez Taboada.
El objetivo del proyecto era que en un solo lugar se congregaran todos esos giros comerciales y así turistas y locales pudieran tener un sitio donde encontrar todos los artículos que buscaran.
¿Qué pasó con el proyecto?
En el primer trienio de Luis Guillermo Benítez Torres también se buscó la remodelación, un proyecto que se presumía tendría una inversión de 40 millones de pesos, pero nunca se ejecutó.
Actualmente, el recinto cuenta con prácticamente la mitad de locales abandonados, una fachada muy deteriorada y cableado y drenaje obsoleto.
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