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CULIACÁN.- El elefante asiático, de nombre «Big Boy», con cuarenta años de edad que es uno de los animales rescatados y que vive en el santuario Ostok, construido en una superficie de sesenta hectáreas, en un mes y medio, recibirá la compañía de una elefanta de 29 años, la cual se encuentra en el Estado de México. 

La paquidermo, de nombre «Bideki», fue rescatada al igual que «Big Boy» de una empresa circense, por lo que se cubre todos los trámites legales sobre su propiedad, para poder ser trasladada, primeramente, al zoológico de Culiacán, donde pasará una cuarentena, antes de ser insertada en un hábitat natural con otros animales recuperados. 

Se prepara el espacio provisional en el santuario Ostok, ubicado en la comunidad de la Campaña, en la salida norte de la capital del estado, para ubicarla en forma provisional para que se conozcan a distancia y se acostumbren ambos elefantes a su presencia y con el paso del tiempo se van a colocar en una misma área. 

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Ernesto Zazueta Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México dijo que este segundo rescate de un elefante, en este caso una hembra, manda un mensaje de que en Culiacán se trabaja. 

Citó que el grupo empresarial Kuroda, de Sinaloa, se echó a cuestas, gestionar el rescate de esta paquidermo, propiedad del circo Atayde García y cubrir todos los trámites legales de su propiedad, para convertirla en la pareja del enorme «Big Boy». 

Zazueta Zazueta detalló a los asistentes al evento, sobre las características que tiene este primer santuario en México que alberga únicamente animales rescatados del abandono, de la orfandad, del tráfico de especies, de la posesión ilegal y maltrato. 

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Destacó que el primer rescate de este santuario fue «Big Boy», elefante asiático que sobrevivió a la malograda ley de circos sin animales que acabó con la vida de miles de ellos, al no tener donde fueran ubicados. 

En Ostok, indicó que en la actualidad, albergan ya ochenta animales entre los que se encuentran una familia de ciervos axis originarios de la India que fueron totalmente abandonados en un ingenio azucarero del estado de Tabasco. 

También, se cuenta con ciervos rojos que proceden de un decomiso; loros cabeza azul endémicos del sureste de México, distintas especies de guacamayas, veinte pavorreales y un mono araña recién nacido, cuya madre murió por maltrato animal. 

Adelantó que en breve se recibirán una familia de moños araña que acaban de ser rescatados de la posesión ilegal y una pareja de jaguares. 

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