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CIUDAD DE MÉXICO.- Este sábado 25 de mayo, la NASA lanzó un pequeño satélite desde Nueva Zelanda con la misión de medir, por primera vez en detalle, la pérdida de calor de la Tierra hacia el espacio a través de los polos. La misión, denominada PREFIRE, busca mejorar las previsiones científicas relacionadas con el cambio climático. 

PREFIRE, un satélite del tamaño de una caja de zapatos, fue lanzado por un cohete Electron de la empresa Rocket Lab desde Mahia, en el norte de Nueva Zelanda.  

Esta misión tiene como objetivo realizar mediciones en el infrarrojo lejano sobre el Ártico y la Antártida, cuantificando directamente el calor liberado al espacio. 

El fenómeno de la pérdida de calor es crucial para equilibrar el exceso de calor recibido de las regiones tropicales y regular la temperatura de la Tierra. 

PREFIRE permitirá a la NASA comprender mejor cómo las nubes, la humedad y la transformación de superficies congeladas en líquido influyen en esta pérdida de calor.  

Hasta ahora, los modelos utilizados para anticipar el calentamiento global se basaban solo en teorías y no en observaciones reales, lo que hacía esta misión esencial para mejorar la precisión de las predicciones climáticas. 

Impacto en el estudio del cambio climático 

La misión PREFIRE se suma a más de una veintena de misiones de la NASA encargadas de observar la Tierra desde el espacio. 

Los pequeños satélites, conocidos como Cubesat, representan una oportunidad significativa para responder a preguntas muy específicas a un costo menor.  

El lanzamiento de PREFIRE marca un avance importante en la observación y comprensión del cambio climático.  

Con esta nueva herramienta, la NASA espera obtener datos cruciales que permitan mejorar los modelos climáticos y las predicciones sobre cómo el calentamiento global afectará a nuestro planeta en el futuro. 

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