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Cabeza Miguel Hidalgo

MAZATLÁN. – ¿Alguna vez te has preguntado por qué existe un busto, una plazuela y hasta un mercado llamado Miguel Hidalgo en una colonia que lleva por nombre Benito Juárez? Si cuando de mercados se trata estos llevan el nombre de la colonia, para de alguna manera rendir homenaje al personaje en cuestión o ubicarlo mejor.

Pues en la colonia Benito Juárez es todo lo contrario y quizás pienses que no es algo raro ni del otro mundo, pero la historia que hay detrás de la enorme cabeza de Miguel Hidalgo en la colonia Juárez, deriva de un dato curioso, de acuerdo al cronista Enrique Vega Ayala, se trató de un programa que en su momento promovió el Gobierno Federal.  

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En el año de 1954, el ayuntamiento comenzó a donar terrenos ubicados en las faldas de la Loma Atravesada para que los inmigrantes provenientes de la zona rural del municipio construyeran sus casas, naciendo así la colonia Juárez, la más popular después del Centro de Mazatlán.  

Prosperó tan rápido que para 1955 ya contaba con su propio mercado, escuelas, parroquia y plazuela, en la cual, a mediados de la década de 1980, comenzó a surgir un tianguis dominical que con el tiempo ha ido creciendo y expandiéndose a calles vecinas a esta, pero esa es otra historia para otra ocasión.  

El nombre oficial de la plaza y del Mercado municipal se debe al monumento del Insurgente que llegó a través de una donación por parte del gobierno federal, quien en 1960 celebró el 150 aniversario del inicio de la Independencia de México con un programa de donación de bustos de Miguel Hidalgo.  

De hecho, hay cabezas similares en distintas ciudades del país como Guadalajara, Ciudad Juárez, Matamoros, Ciudad de México, Coatzacoalcos, etc.  

Esto descarta totalmente la historia urbana que por mucho tiempo los ciudadanos conocían. ¿Cuál era? se decía que la escultura de Miguel Hidalgo había llegado por error, que los artistas encargados de realizar la obra habían cometido un error puesto lo que se esperaba era algo alusivo a Benito Juárez.

“Como podemos ver la iniciativa de la escultura no fue local y tengo entendido que no estuvieron involucrados en ella ni colonos ni locatarios, probablemente por eso surgió la versión de que la llegada de la “cabeza” fue un suceso equívoco ajena a la colonia”.  

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