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MAZATLÁN.- El amor por la lucha libre no tiene límites para la Gárgola, un joven luchador que fue más allá de practicar este deporte y dominar los saltos desde el cuadrilátero, realizar llaves o salir victorioso de un combate, su pasión lo guio directo a meterse de lleno a esta disciplina y conocer otros límites que le permitieron trascender. 

La Gárgola, como se le conoce en el mundo del pancracio, debutó en el 2013 como luchador, unos años después buscó innovar e incursionó en la elaboración de máscaras y atuendos para los gladiadores, con un toque tradicional de la lucha libre mexicana. 

Entre las principales funciones de la máscara de los luchadores mexicanos, destaca que crean el lado misterioso alrededor del luchador, al no revelar su identidad y poder conservarla en secreto, así como dotarle una personalidad diferente. 

El joven de no más de 30 años, abrió las puertas de su pequeño taller a Punto MX, el cual se ubica en Privada del Crestón #909, entre Insurgentes y Revolución, de la colonia Benito Juárez, donde elabora estos artículos.  

“Desde muy chiquito me gustó este deporte, comencé a entrenar y al año después de mi debut, me decidí a realizar máscaras; la verdad, yo siempre busco más en lo que hago y miré que esta sería una buena oportunidad para mí, para crecer en mi pasión que es la lucha libre”, comentó. 

La Gárgola
Fotos: Aarón Osuna

La Gárgola y la creación de máscaras

En su casa tiene su taller con dos máquinas de coser y un sinfín de diseños, los cuales busca en todo momento perfeccionar para entregárselos a los luchadores que les diseña para que puedan lucir de maravilla en las arenas de Mazatlán, México y el extranjero.  

“Le he podido realizar máscaras a luchadores locales importantes como Relámpago, Terremoto King Jr, Flaymetal, El Pájaro y Ántrax, también he logrado entregar otros trabajos en Ciudad de México, Durango y he mandado máscaras hasta Estado Unidos”, señaló la Gárgola.  

El “mascarero” del puerto refiere que al principio no fue nada sencillo realizar diseños de máscaras y atuendos para luchadores, ya que tardaba de una semana a diez días para terminar uno de ellos, pero con el paso del tiempo fue perfeccionando el proceso y hoy tiene listo todo en dos o tres días y de gran calidad.  

Asegura que detrás de una máscara existen muchos secretos, y al momento de diseñarla tiene que ser parte de ese secreto, empaparse de su historia, entender el gusto de los luchadores, sus amores y sabores, para que el diseño refleje a los demás una gran pasión.  

Para diseñar una máscara, agregó la Gárgola, se tiene que elaborar con cuidado, pues se corta piel y tela, saber unirlas mediante patrones o moldes previamente elaborados. 

De hecho, insiste, es más que un trabajo de diseño o una mera confección, ya que quien elabora la máscara también participa en la creación de los personajes con dibujos y bocetos, para luego darle forma.

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Para saber

En México, una máscara de diseñador tiene un precio entre mil 500 a mil 800 pesos.  

Pero la Gárgola maneja precios más accesibles, una semi profesional oscila entre los 350 a 400 pesos y la profesional de 800 a mil pesos, dependiendo la tela. 

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