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MAZATLÁN. – El mes más diverso llegó al puerto y con ello, una marcha para gritar libertad de parte de la comunidad LGBTIQ+, pronunciándose a favor del amor, sin explicar la identidad de género, simplemente, por su derecho como seres humanos.

La marcha inició desde la plazuela de la Sánchez Taboada, por todo el Malecón, con rumbo al monumento a la familia, dividido en contingentes; jóvenes y adultos, drags, trans, lesbianas, gays y no binarios, unidos por un Mazatlán más diverso.

Una bandera gigante adornó el inicio de lo que sería el grito de la esperanza y la libertad, cada uno identificado como mejor se sienten, dentro de la felicidad que los abunda por ser ellos mismos, sin prejuicios y ondeando sus banderas.

Brillos, vestidos largos, trajes cortos, ojos llamativos que buscaban la mirada de quienes los veían desde el Malecón, acompañados de aplausos, gritos y banderas de arcoíris que empezaron a regalar como parte de la misma empatía que se busca.

Algunos 10 carros alegóricos hicieron llamar más la atención de la que más que una marcha, se convirtió en una fiesta, en donde más de alguno aprovechó para sellar su amor frente al resto del mundo.

Los aautomovilistas que circulaban a un lado de los contingentes, hacían sonar los claxons para mostrar su apoyo, y desde las torres de condominio también se derrochaba empatía para los miembros de la comunidad.

El recorrido terminó en el Monumento a la Familia, en donde los jóvenes optaron por seguir la fiesta, y en la glorieta de Valentinos sacaron sus mejores pasos, felices de ser visibles, sin ser juzgados, sumándose a las personas que se identifican de la misma manera que ellos porque “amor es amor”.

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