contacto@punto.mx

La primera vez que The Strokes descargó su energía en la Ciudad de México fue hace 20 años; el Salón 21, un recinto para 3 mil 500 personas, vio el nacimiento de una banda, que presentaba su disco debut «Is this It».

Desde ese 26 de enero de 2002 han pasado muchas cosas. Tantas que ahora su música hizo la noche de 53 mil personas que, según organizadores, acudieron a su concierto en el Foro Sol.

No importó el tráfico de la ciudad y, para muchos, el salir corriendo de sus trabajos, la idea era llegar a tiempo y disfrutar de una de las bandas que les marcó la vida hace dos décadas.

Además, para muchos capitalinos, la pandemia les significó una eternidad, quizá por ello decidieron no contenerse cuando se apagaron las luces y vieron a la banda sobre el escenario a las 22:11 horas.

«Los salvadores del rock», como los hacen llamar desde que entraron al escenario, dejaron ver el por qué son considerados como una banda revolucionaria, al no mostrarse pretenciosos ni buscar la perfección.

Eso quedó evidenciado al escuchar cantar a Julian Casablancas temas como «Bad decisions», «Juicebox», «Eternal summer», «Hard to explain», entre otros.

Por momentos la banda tuvo pequeños problemas técnicos, sobre todo con la guitarra, lo que hizo que el cantante bromeara con el baterista, con frases como: «México los amo», «las leyendas, muchas leyendas están aquí hoy», «México es leyenda», «woow», «como sea»…

La irreverencia y la tranquilidad con que se tomaba la banda los pequeños inconvenientes provocaron que su público disfrutara cada momento como si nada hubiera sucedido.

Bañados en sudor y otros en cerveza, miles corearon a la banda, como Azarias Leal, un joven de 23 años de edad, quien viajó desde Oaxaca para cumplir el sueño de verlos.

«Ahorré por casi dos años para poder comprar mi boleto, para cuando anunciaran que regresaban, y también para solventar mi viaje a (la Ciudad de) México, fue un gran desafío porque tengo que ayudar en mi casa y juntar el dinero no fue nada fácil, estoy muy emocionado, creo que Julian es uno de los mejores músicos del mundo», comentó emocionado el fanático.

La fiesta llena de rock continuó con temas como, «Brooklyn bridge to chorus», «Reptilia», «Under control» y muchos más. Además de las pantallas gigantes, que mostraban todos los movimientos de la banda, la iluminación estuvo acompañada de rayos láser, lo hizo que todos gozaran el espectáculo.

«Vamos, muévanse», dijo Julián, y eso hacía saltar a toda la masa humana haciendo temblar el piso del recinto, mientras que muchos no dejaban de grabar con sus celulares todo lo que sucedía en el escenario.

El famoso «Oe oe oe, The Strokes» no podía faltar, el cual se escuchó en varias ocasiones en diferentes partes del recinto, sobre todo antes de que la banda saliera al escenario, debido a que la impaciencia por verlos hizo que muchos se distrajeran haciendo olas en las gradas, zapateando, gritando, silbando para que diera inicio el show.

Descarga gratis nuestra App

Download on the App Store    Disponible en Google Play