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CIUDAD DE MÉXICO.- Inexplicablemente, los Pumas dejaron escapar una oportunidad inmejorable en el encuentro de ida de la final en la Liga de Campeones de la Concacaf. 

En menos de 13 minutos, la algarabía felina se esfumó y el Sounders le arrebató el triunfo a un club felino que deberá rayar la perfección en Seattle. Amargo empate en CU (2-2). 

El partido fue auriazul, pero pagaron caro los yerros. 

Juan Dinenno cayó dentro del área y el silbante Iván Barton, de El Salvador, no lo dudó: Penalti para los Pumas al minuto 32. El mismo argentino ejecutó desde los 11 pasos, pero el arquero le atajó el disparo.  

La acción fue revisada en el VAR y se repitió la pena máxima. «Dinegol» tomó el esférico y esta vez no falló. 

Las alarmas se encendieron con la lesión de Alan Mozo (45′). Un jugador del Sounders cayó sobre su tobillo izquierdo y tuvo que abandonar el campo; en su lugar, ingresó Jesús Rivas. 

Corrían tres minutos de la segunda parte y Dinenno, con un cabezazo a centro de Rivas, firmó su doblete. 

Los 42 mil 617 espectadores no dejaban de alentar a su equipo, pero al 72′ el Olímpico Universitario enmudeció con un penalti para los visitantes, por una mano de Sebastián Saucedo. Después de revisar la jugada, el silbante confirmó la pena máxima y Nico Lodeiro marcó. 

Ya en tiempo de compensación, el Seattle Sounders, por conducto de otro penalti de Lodeiro, empató el marcador. La algarabía se apagó de manera impensable… Dolorosa. 

El primer Mundial de Clubes y terminar una sequía de 33 años sin un título internacional, seguirá en suspenso. Andrés Lillini y los suyos deben sufrir. 

Los directores técnicos 

Andrés Lillini fue incapaz de mantener una ventaja que lucía cómoda. Brian Schmetzer ajustó y rescató la igualada. 

¿Mal presagio? 

Dicen que la «copa no se toca», porque entonces no se gana. El brasileño Higor Meritao lo hizo previo al arranque del encuentro. 

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