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¿Se le antoja un cake de sabritas? ¿O una manzana bañada de chamoy y rociada con un chile en polvo? ¿Unas papas locas con cueritos, cacahuates japoneses, dulces de tamarindo y chamoy? O quizá eres más fan del dulce y prefieres fresas con crema. 

Cindy Rodríguez inició vendiendo manzanas cubiertas de chile o chocolate. Estaban de moda y se subió a esa ola. Todos los días madrugaba para prepararlas, llenaba una bolsa, se subía al camión urbano y llegaba a la universidad, donde estudiaba Administración de Empresas, y ahí ya sus compañeros esperaban sus pedidos. 

La emprendedora comenta que la necesidad la empujó a buscar una forma de ganarse la vida sin dejar de estudiar: se convirtió en madre soltera y su pequeña necesitaba muchas cosas. 

“Al principio compraba el producto que en ese momento estaba en el mercado para cubrir las manzanas, pero no eran de la calidad que yo buscaba, el chocolate en ocasiones se hacía bolas, por ejemplo, poco a poco fui probando hasta encontrar lo que yo quería, en cuanto a las manzanas saladas, ahora nosotras mismas hacemos las coberturas con los ingredientes secretos”, expresa. 

Cindy encontró trabajo en una empresa, pero no dejó de hacer sus botanas, aunque eso implicó esforzarse al doble, preparar por la noche o muy temprano.  

La evolución se dio cuando empezó a promocionar manzanitas para mesas de dulces en fiestas, ello gracias a que los clientes la estaban recomendando de boca en boca. 

Sin embargo, la contrataron en una empresa mucho más absorbente y debió dejarlo por un tiempo. 

No quitó el dedo del renglón y obtuvo un permiso para vender en la Sánchez Taboada. 

“Fue de chiripada, Dios me lo mandó porque no estaban dando permisos porque es una zona federal, y a mí me lo dieron, fui con mi mesita varios fines de semana, pero igual, debí dejarlo porque ya se vinieron mis prácticas profesionales, y entre las prácticas, el trabajo, mi hija y la escuela, pues ya no tuve tiempo de vender”, expresa. 

Y si la pandemia para muchos fue un dolor de cabeza, para Cindy fue una oportunidad. 

“Mi hermana se quedó sin trabajo, y le dije, ‘oye, por qué no empezamos con el negocio, con servicio a domicilio’, y así lo hicimos desde el 2020, desde manzanas, papas preparadas, charolas frutales, fresas con crema, empezamos a meter más productos”, comenta. 

El primer changarrito: Cindy Snaks 

Y del servicio a domicilio, Cindy, su hermana Fernanda y su mamá Lucy, pasaron a la apertura del primer changarrito, como ella le llama: Cindy Snaks, ubicado en Valle Dorado. 

Cindy recuerda ese proceso como una prueba más: lo programó para el 28 de agosto, Día de los Abuelos, porque le tiene una especial devoción a los suyos. Pero, aunque quería que todo estuviera perfecto, lo cierto es que los muebles no llegaban, no tenía el mostrador y se cayó el lavabo del baño. 

“Pero Diosito me mandó todo un día antes, me mandó a las personas adecuadas, para mí el no puedo no existe”, recalca… y abrió el día y la hora programados. 

Cindy encuentra la inspiración para sus nuevos productos en todas partes: el Sabri Cake nació luego de que vio algo parecido en una película, su propia familia es el “conejillo de indias” para darle el visto bueno a los nuevos productos antes de que salga al público. 

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La atención marca la diferencia 

¿Les ha pasado que a altas horas de la noche recuerdan que no compraron el detalle que quieren entregar al día siguiente a alguien especial? A todos, en alguna ocasión, les ha sucedido. 

¿Y dónde comprar algo a esas horas? Pue Cindy considera que su disposición para atender esos llamados de auxilio ha marcado la diferencia de que su negocio crezca en el aprecio de sus clientes. 

“Nuestra recompensa viene cuando esos cumpleañeros o esa persona recibe ese detalle especial, agradecen a quien se lo envió y ellos nos lo reenvían a nosotros, esa es nuestra recompensa, ver que somos parte de esa sorpresa y ese día especial”, comenta. 

Para Cindy, no vale tirarse a llorar ante las crisis: lo importante es mantener la actitud y nunca perder la fe, y si bien está consciente de que apenas empieza con su vida empresarial, sabe que hay que tomar las oportunidades, trabajar duro, innovar y atender las sugerencias de los clientes. 

¿Se te sigue haciendo agua la boca? ¡Corre a Cindy Snacks! 

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