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CIUDAD DE MÉXICO.- Cruz Azul tardó 23 años y medio para ser campeón. Fue sangre, sudor y lágrimas entregaron los cementeros para levantar la corona. El festejo acabó. La Máquina entregó la corona, al caer ante Monterrey 1-4 en el juego por el repechaje.

El fracaso del torneo se dio, los cementeros nunca pudieron coger el ritmo del torneo pasado. Entre ausencias por compromisos de selección, lesiones y suspendidos, Juan Reynoso nunca pudo armar un equipo competitivo.

No pudo entrar a la Liguilla de forma directa cuando lo tenía en sus manos y las consecuencias fueron jugar ante Rayados, unos regios que los traen de «hijos», al ganarles la semifinal de la Concacaf y empatarles en el torneo regular.

Y Rayados rescata un poco el pésimo torneo regular que tuvo. La nómina que manejan los norteños no soslayaba entrar en repesca. Ahora, siendo contundentes y concisos, echaron al campeón e irán contra el Atlas por seguir limpiando su nombre.

Fue un juego polémico desde el inicio mismo, con el penalti marcado a favor de Rayados, por una mano del «Cata» Domínguez que Funes Mori hizo gol (9′). La alineación presentada por Juan Reynoso no encontraba reacción y vino el segundo rayado, de Maxi Meza (26′), un tiro de fuera del área que venció a Corona. Cruz Azul quiso reaccionar con otro penalti que Yoshimar Yotún convirtió (31′).

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Y Cruz Azul se le fue encima a Monterrey. Fácilmente se le pueden contar cinco opciones claras de gol: Pol Fernández dejó ir un tiro claro frente a Andrada quien tapó; el portero rayado atrapó un cabezazo de Giménez; vino un tiro de Ignacio Rivero que el cancerbero argentino mandó al poste; un tiro centro que paseó la pelota por la línea de gol y  un tiro franco de Santiago Giménez que mandó sobre la portería.

Parecía que el empate llegaba, pero los fantasmas se le aparecieron a Cruz Azul, una serie de rebotes dejó solo a Funes Mori frente a Corona para marcar el tercero (59′).

Monterrey se encerró bien. Cruz Azul se hizo del balón, pero ya no hubo claridad. Angulo anotó, pero su tanto fue anulado, enseguida Vicent Janssen, puso cifras definitivas (75′).

El juego se realizó a puerta cerrada por la sanción de los gritos discriminatorios de la afición cementera en el juego contra Santos. Quizá fue lo mejor, con esta actuación, seguro que la gente hubiera actuado de igual, o peor manera.

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