Local
Septiembre, un mes de contraste para los pescadores
Por un lado, septiembre es el fin de la veda, las capturas de camarón, por otro, el recordatorio de que la fuerza de la naturaleza
MAZATLÁN.- El mes Patrio, septiembre, ha sido un mes de contrastes para los pescadores de Mazatlán y el Pacífico mexicano: por un lado, el arranque de la temporada de pesca, y por otro, la alta probabilidad de huracanes que ha dejado hogares enlutados-
Esa situación siempre genera preocupación entre los pescadores, quienes con el paso de los años han tenido que guardar recuerdos duros.
Pase a leer Definen fechas de pesca en altamar y bahías para Sinaloa y Sonora – Punto MX
Este temor está profundamente arraigado en la memoria colectiva de la región, especialmente por desastres como el huracán “Ismael”, ocurrido el 14 de septiembre de 1995, que marcó uno de los episodios más devastadores en la historia de la pesca en México.
Las tormentas y huracanes que tocan tierra durante este mes tienen el potencial de causar inundaciones, destrucción de infraestructura, y pérdida de vidas, tanto en tierra como en el mar.
Los pescadores no olvidan las tragedias de septiembre
Alberto Gutiérrez, pescador del Parque Alfredo V. Bonfil, recuerda, con voz entrecortada, como “Ismael” le arrancó amigos, conocidos, dejando un desastre a su paso algo que no se les borrara de la mente, una experiencia que no se la desea a nadie.
“Este mes a todos los pescadores del Pacífico nos trae emociones porque regresa la hora de trabajar, buscar el sustento en un oficio que cada día que pasa pierde más fuerza.
«Pero al mismo tiempo nos deja miedo porque recordamos que es fecha de ciclones y huracanes”, manifestó.
Por esta razón, es vital que tanto los pescadores como las comunidades costeras se mantengan informados y preparados durante todo septiembre.
La vigilancia constante del pronóstico del tiempo es esencial para prevenir tragedias similares a la de “Ismael”.
Las autoridades locales y las capitanías de puerto suelen emitir alertas y recomendaciones para minimizar los riesgos, pero la naturaleza impredecible de estos fenómenos obliga a todos a permanecer en constante estado de alerta.
Septiembre es un recordatorio constante de la vulnerabilidad de las zonas costeras ante los desastres naturales, y la importancia de la preparación para enfrentar estos desafíos en una de las actividades más esenciales para la economía y la cultura de Mazatlán: la pesca.