¿Qué significa ‘echarse agua’ el Sábado de Gloria de Semana Santa?  

MAZATLÁN.- Cada día de la Semana Santa tiene su significado y este Sábado de Gloria o Santo es un día de conmemoración y luto por el fallecimiento de Jesús en la Cruz. Aquí un poco de la historia y porque antes muchos aprovechan el Sábado de Gloria para “echarse agua”.  

Para los católicos, la Semana Santa es un recuerdo a la Pasión de Cristo, desde su entrada triunfal a Jerusalén hasta el día de su resurrección, en domingo, cada día se conmemora algo, como el Sábado Santo, día en el que se le guarda luto a Jesús.  

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¿Sábado Santo o Sábado de Gloria? 

Para la iglesia católica es correcto decir “Sábado Santo”, pues no es un día de gloria ni festejo, sino al contrario, es un silencio por el fallecimiento de Jesús en la Cruz. 

El Sábado de Gloria es un término coloquial que adoptaron los feligreses. 

Datos bíblicos señalan que los discípulos y María pasaron momentos de incertidumbre entre la muerte y la resurrección de Jesucristo, tomando este sábado de Gloria como un día de puente, en el que se mantiene la vigilia en su honor.  

La Vigilia Pascual llega al anochecer del sábado, con ella los inicios de la celebración por la resurrección de Cristo. La fiesta o ceremonia se divide en momentos claves, esos instantes, son los siguientes: 

• Bendición del fuego: En la oscuridad del templo, el eclesiástico lleva una llama por el recinto anunciando la llegada de la luz 
• Liturgia de la palabra: Partes del Antiguo y del Nuevo Testamento se leen durante la ceremonia 
• Liturgia bautismal: Se bendice el agua y se bautiza a los nuevos cristianos 
• Liturgia de la Eucaristía: Los fieles son bendecidos 

Y, ¿por qué era tradición echarse agua en Sábado de Gloria?  

Una de las historias de la iglesia es que cuando la religión católica era considerada un peligro para los intereses del Imperio Romano, las personas acudían con los jerarcas de la iglesia a bautizarse de manera colectiva durante el sábado previo a la resurrección, es decir, el Sábado de Gloria.  

Debido a la cantidad de gente, los sacerdotes optaron por echar agua» a los feligreses en lugar de llevarlos ante la pila bautismal.  

Otra de las historias es que la Iglesia católica ordenaba que los fieles no se bañaran durante la Semana Santa, pues consideraba que hacerlo era un pecado y ofensa a Dios. 

Como una forma de celebrar la víspera de la resurrección de Jesús, surgió la costumbre de lanzarse agua el sábado, como una forma de purificar los pecados. 

Esta tradición, por lo menos en México se disipó cuando registraron la cantidad de cientos de litros de agua que se desperdiciaban solo por mantener una costumbre de antaño.  

En la Ciudad de México, por ejemplo, se imponen sanciones a quienes sean sorprendidos tirando agua, las cuales pueden llegar a los tres mil pesos o a 36 horas de arresto. 

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