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En una histórica cumbre celebrada en la ciudad brasileña de Belém, los líderes de ocho países amazónicos han establecido una alianza regional destinada a enfrentar la amenaza de la deforestación y garantizar la sostenibilidad de la selva tropical más grande del mundo.  

Los países participantes han acordado la creación de la «Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación», en un esfuerzo por evitar que la Amazonía alcance un «punto de no retorno». 

Los mandatarios de Brasil, Colombia, Bolivia, Perú, Guyana y Venezuela, junto con representantes de Ecuador y Surinam, se unieron en esta histórica cumbre. Aunque el documento no establece metas conjuntas de deforestación, como se esperaba inicialmente, el encuentro ha sido catalogado como la «mayor reunión presidencial sobre la Amazonía» hasta la fecha por el canciller brasileño, Mauro Vieira. 

Uno de los objetivos centrales de la alianza es colaborar en la consecución de las metas individuales de deforestación establecidas por cada país. Brasil, por ejemplo, tiene como meta poner fin a la deforestación para el año 2030. Expertos y la sociedad civil esperaban metas conjuntas más ambiciosas, pero se ha destacado el consenso logrado en esta cumbre. 

La Amazonía, considerada durante mucho tiempo como el pulmón del planeta, enfrenta una crisis ambiental con graves implicaciones para el cambio climático. Los científicos advierten que la selva se encuentra en riesgo de comenzar a emitir más carbono del que absorbe, lo que exacerbaría aún más los efectos del cambio climático. 

Las actividades humanas, como la ganadería, la minería ilegal y la deforestación, han provocado la pérdida del 17 por ciento de la cobertura vegetal de la Amazonía entre 1985 y 2021, según el proyecto de investigación MapBiomas Amazônia. 

La cumbre también subrayó la importancia de la participación activa de las comunidades indígenas en los esfuerzos de preservación de la selva. Los territorios indígenas desempeñan un papel crucial como barrera contra la deforestación, debido a sus prácticas sostenibles en la explotación de los recursos naturales. 

Además, los líderes de la cumbre instaron a las naciones más desarrolladas a cumplir con su compromiso de financiar la conservación y preservación de las selvas tropicales. 

A medida que estos países amazónicos unen sus esfuerzos en la lucha contra la deforestación, el mundo observa con atención los resultados de esta alianza crucial para la supervivencia de uno de los ecosistemas más vitales del planeta. 

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