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El Lago de los Cisnes, de Piotr I. Chaikovski, es, sin duda, uno de las obras que más gustan a los amantes del ballet, y la Compañía Nacional de Danza la tiene dominada. 

Para la Temporada Primavera 2023, que presenta el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, la Compañía preparó una Suite de El Lago de los Cisnes basada en la coreografía original de Marius Petipa, para deleite de un público dispuesto a aplaudir por un buen espectáculo. 

Y, sin duda alguna, todos los que subieron al escenario se ganaron su premio. 

En el Acto I, los intérpretes de Odile y el Príncipe Sigfrido fueron Ana Elisa Mena y Roberto Rodríguez; en el Acto II los interpretaron Valeria Mariud y Alejandro Hidalgo. 

La sorpresa vino después del intermedio. 

Los suaves movimientos del ballet clásico cambiaron por otros más enérgicos, por danza contemporánea. 

Y ahí fue cuando la promesa de Cuauhtémoc Nájera, codirector artístico de la Compañía Nacional de Danza, se cumplió: La gala de ballet se convirtió en un deleite para todos los espectadores. 

“Los bailarines son exploradores de nuevas expresiones dancísticas e intérpretes de cualquier pieza de repertorio nacional, internacional, tradicional y contemporáneo”, apunta el programa. 

Las tres piezas presentadas, muy distintas las unas de las otras, mantuvieron al público a la expectativa. 

Primero vino Romanza, con un estilo de tango, una coreografía de James Kelly, con música de Manuel Ponce, interpretada por Yoalli Souza y Argenis Montalvo. 

Los latidos del corazón, la respiración agitada fueron la música que acompañó a Mariana Torres y Moisés Carrada en Planimetría del Movimiento 

Roberto Rodríguez conquistó como el Príncipe Sigfrido en el Acto I del Lago de los Cisnes, luciéndose y haciendo lucir a Odile, en la persona de Elisa Mena; y lo hizo después encabezando a un nutrido grupo de bailarines en All long dem day, una coreografía de Marco Goecke con música de Nina Simone. 

Una coreografía en blanco y negro que hizo lucir los cuerpos atléticos de los bailarines, movimientos firmes, manos que se movían de manera enérgica para hechizar a los presentes… lo los hechizaron. 

El público terminó satisfecho y los artistas felices por el aplauso recibido. 

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