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MAZATLÁN. – El 8 de marzo corrió como pólvora la noticia del fallecimiento del exfutbolista y director técnico, Tomás Boy Espinoza, debido a una tromboembolia pulmonar.

El “Jefe” Boy marcó una era en el futbol mexicano. Fue una persona diferente, por sus venas corría el futbol, aprovechó cada momento de los partidos para entregarse a sus jugadores, a la afición y todo lo que rodeaba a dicho deporte, y su último caminar en un banquillo sería con el Mazatlán FC. 

Boy Espinoza llegó al puerto en la parte final del torneo Apertura 2020, donde sustituyó a Juan Francisco Palencia, convirtiéndose en el segundo técnico en la historia de los cañoneros, donde dirigió cuatro partidos al frente de los morados.  

Dirigió su primer duelo el pasado 16 de octubre del 2020, al enfrentar a Bravos de Juárez, a los cuales superó 3-2, y le regaló la satisfacción al público porteño, ya que fue el primer duelo de los porteños a puerta abierta.  

En su siguiente duelo cayó ante Monterrey 2-0, pero en su penúltimo compromiso goleó 5-0 al San Luis, Boy no pudo avanzar con la escuadra mazatleca al caer 4-0 con Santos Lagunas.  

Ya en el torneo Guardianes 2021 logró armar su proyecto, donde su primer objetivo era librar a los morados del tema porcentual y evitar el pago de las tres multas que castigaba a los tres últimos de la tabla de cociente.  

En su caminar sufrió altibajos, pero logró cumplir la encomienda de los directivos al salvarlos del abismo y hasta hizo un equipo contendiente en busca de un sitio en el Repechaje, aunque no avanzó debido a la diferencia de goles.  

Durante su paso con Mazatlán logró ganar seis partidos, empatar tres y perder ocho, donde acumuló 21 unidades en ese torneo. Aunque el Mazatlán FC alcanzó los mismos números que el Querétaro, clasificado a la repesca, su diferencia de goles respecto a los Gallos (-7 contra -6) lo hizo ubicarse en la décimotercera posición. 

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