Un día como hoy nació Rigoberto Lewis. Aquí lo recordamos

MAZATLÁN. – Rigoberto Lewis nació con el Carnaval en la sangre, pues fue precisamente un domingo carnestolendo, aquel 14 de febrero de 1935, cuando la calle 21 de Marzo, en el Centro Histórico de Mazatlán, le dio la bienvenida, marcando por siempre su destino.  

Sin embargo, y aunque no lo creamos, Lewis estudió algo contrario a lo que pensábamos. Se graduó de le la Facultad de Medicina, en la UNAM, especializado en Odontología, todo para cumplir con los deseos de su mamá, pero aún así, ya tenía indicios de amar por toda la vida la máxima fiesta porteña.

La prepa, sus inicios

Todo comenzó mientras cursaba el bachillerato en las clases de dibujo con «La nana Ramírez”, quien vio en aquel joven un talento único y nato que hasta la fecha se mantiene escrito en la historia, con aquel primer carro alegórico para un 20 de noviembre.  

Para 1960 el talento del odontólogo se impuso en el diseño de los carros alegóricos, con sus formas únicas, de molduras arquitectónicas, cargadas de una especie singular de barroquismo. En 1963 realizó su primera carroza real, para Lupita Rosete Aragón.  

Por casi 55 años ininterrumpidos, “Rigo” Lewis confeccionó las carrozas de las reinas, las esculturas, los brillos y sobre todo las estructuras altas que se dirigían al cielo, eran las carrozas que todos los asistentes al desfile del carnaval esperaban. Al sonar los “Papaquis”, ya se sabía que la carroza venía.  

En cada participación se forjaba un nuevo reto. Podía repetir el referente temático en el diseño de las carrozas, eso sí, nunca de un año a otro; pero siempre sorprendía al público con variaciones notables que volvían distinto cada carro. 

El último carro alegórico que dejó “don Rigo” o al menos el diseño, fue para Lorena Lizárraga, en el 2014, para el carnaval “Litoralia: La piel del mar”, una estructura, muy a su estilo, que dejó un precedente en la cultura mazatleca.  

Lewis falleció un 9 de enero del 2014, poco antes del Carnaval, durante su misa de homenaje, la Catedral de Mazatlán se llenó de la presencia de amigos, familiares, seguidores y artistas que lo acompañaron, lo vieron crecer y lo admiraron.  

Actualmente y con el tiempo, el joven talento se ha impuesto en el diseño de carros alegóricos, muchos inspirados en Rigoberto Lewis, pero con su toque especial, Jorge Osuna y Ocean Rodríguez, entre otros.  

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