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RIGOBERTO LEWIS

MAZATLÁN.- Rigoberto Lewis. Hablar de él es sinónimo de Carnaval de Mazatlán, de brillo y de altura, un artista plástico emblemático que se quedó en la historia de la máxima fiesta del puerto y así se le recuerda tras 10 años de su fallecimiento.  

Fue un enero del 2014 cuando murió, previo a la realización del Carnaval. La comunidad carnavalera y artística no solo de Sinaloa sino de México, le rindió culto con misa de cuerpo presente en la Catedral de Mazatlán y un homenaje en el Teatro Ángela Peralta.  

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Lewis, de 78 años de edad, había sido internado la mañana del 1 de enero en el hospital ISSSTE tras sufrir un derrame cerebral, sus familiares habían informado que se le practicó una tomografía en la que se le observaron complicaciones. 

Pasó una larga operación y su salud se debilitó y se complicó después de ella, así lo informaron los medios de comunicación en aquel entonces.  

Desde entonces, todos lo recuerdan como el máximo creador de las carrozas reales y como dirían “siempre imitadas, jamás igualadas”.  

Los primeros carros alegóricos de Rigoberto Lewis 

En 1960 vivió su primera experiencia con los carros alegóricos del Carnaval de Mazatlán con sus formas únicas, de molduras arquitectónicas, cargadas de una especie singular de barroquismo. En 1963 realizó su primera carroza real, para Lupita Rosete Aragón.   

Por casi 55 años ininterrumpidos, Rigo Lewis confeccionó las carrozas de las reinas, las esculturas, los brillos y sobre todo las estructuras altas que se dirigían al cielo, eran las carrozas que todos los asistentes al desfile del carnaval esperaban. Al sonar los Papaquis, ya se sabía que la carroza venía. 

A quienes les tocó, durante el desfile, al frente de la carroza de la reina del Carnaval, siempre se apreciaba a Rigo Lewis, acompañado de la banda, vestido de traje y corbata saludando a los mazatlecos, la mayoría de pie ante el diseño espectacular con el que se superaba a sí mismo año tras año.  

Su última carroza, la de Lorena Lizárraga en 2014 

Aunque falleció en enero del 2014 y el Carnaval empezaba en febrero de ese mismo año, Rigo Lewis ya había dejado avanzado su proyecto de carroza, sin saber que sería la última que construiría para su fiesta favorita.  

Lorena I, reinal del Carnaval Internacional de Mazatlán de ese mismo año, mencionó que el carro estaba inspirado en las mujeres amazonas de Brasil, una comunidad de mujeres guerreras, sin hombres, que reflejaba la fortaleza e independencia de las mismas.  

RIGOBERTO LEWIS
Lorena Lizárraga visita el taller donde se elaboraban los carros alegóricos. Fotos: Cortesía Lorena Lizárraga

“Para mí fue un honor ser la última reina de Rigo, el último carro que, aunque lo terminó su familia, él lo empezó y fue un legado importante para mí. Recuerdo que, adelante de mi carro iba una figura de Rigo Lewis, muy emotivo”, expresó.  

Lo recuerda como si fuera ayer, con toda la familia Lewis y la figura del artista, aplaudido por todo Mazatlán mientras avanzaban sobre el malecón.  

Sobre Rigo Lewis  

Rigoberto Lewis nació con el Carnaval en la sangre, pues fue precisamente un domingo carnestolendo, aquel 14 de febrero de 1935, cuando la calle 21 de Marzo, en el Centro Histórico de Mazatlán, le dio la bienvenida, marcando por siempre su destino.   

Y aunque todos lo conocieron como un artista plástico, estudió algo contrario. Se graduó en la Facultad de Medicina, en la UNAM, especializado en Odontología, profesión que nunca ejerció. 

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