Samuel Parra*
A los libros llegamos por asombro, porque alguien nos recomendó leer equis novela o gracias a una fotografía, como el caso que hoy les cuento.
Tengo 41 años de edad, hace un año decidí no consumir más material de noticias, abandoné el interés por el periodismo porque las «fake news» y la información negativa me agobiaron tras 25 vueltas que la tierra dio alrededor del sol mientras dediqué mi existencia a ser reportero cual Copérnico y su traslación.
Desde el 2007 habito en la villa de Facebook, es imposible no enterarse sobre lo que ocurre en el pálido punto azul porque algún amigo, amiga o amigue compartirá una noticia… así ocurrió.
Un camarada escritor (querido lector, no soy comunista, ni milito en las filas de Lev Trotski pero esta palabra es muy común entre los mazatlecos) publicó una fotografía en sus redes sociales donde aparece el recientemente finado actor Alain Delon junto al boxeador «Mantequilla» Nápoles. El amigo agrega que hay un cuento que reúne a ambos personajes.
Bajo el título La Noche de Mantequilla su autor, Julio Cortázar, lo dedica a José Ángel Nápoles, cuando peleó contra Carlos Monzón, por el título Mediano, el 9 de febrero de 1974, que tuvo como escenario la ciudad de París, en Francia.
Hasta aquí cerramos la primera parte del texto. Seguramente el editor de este sitio web insertó la fotografía donde tú observas a ambos pugilistas y «maybe», dijo el gabacho, te dieron ganas de leer el cuento que te comenté hace un momento. A esto se le llama mediar la lectura.
Ser mediador lector es muy sencillo: dedicas una parte de tu tiempo a compartir el hábito de leer en tu comunidad, puede ser en tu colonia, lugar de trabajo, grupo de amigos incluso entre tu familia.
El rol del mediador va mucho más allá. Pensemos, por ejemplo, en un padre que regala libros a su hijo, pero que jamás lee junto a él y mucho menos conversa sobre el libro. Una pequeña parte de la promoción es crear las condiciones necesarias: poseer el material que se va a leer, un espacio adecuado, cómodo, con buena luz, entre otras condiciones.
Tener el libro es importante pero no lo único. Sobran ejemplos de bibliotecas escolares con libros guardados en cajas y existen bastantes referentes que con poco han hecho mucho para la formación de lectores.
La mediación es un proceso que abarca una dimensión más profunda. Una de las funciones del mediador, es ser una persona facilitadora en la aproximación a los textos. Y aquí está lo complejo. Colaborar, mediar, enseñar a abordar un texto y todos los significados que puede entregar es un trabajo laborioso y de mucho tiempo. No se forman lectores de la noche a la mañana. Hay que crear un vínculo.
Hasta aquí cerramos la segunda parte. Te quiero confesar algo, yo desconocía la existencia del boxeador mazatleco Marco Verde hasta cuatro días antes de que ganara la medalla de bronce.
No soy aficionado al boxeo, tampoco practico un deporte, pero quizá (a reserva de equivocarme) el 98 por ciento de los porteños ignoraban que un «pata salada» (adjetivo populista que identifica a los mazatlecos) estaba en las Olimpiadas.
Solo sus familiares, amigos y compañeros de entrenamiento lo sabían. ¿Por qué? Por toda la fiesta acelerada y reconocimientos posteriores que recibió (muy merecidos porque puso a Mazatlán en alto).
Si el «Green», como lo apodan de cariño, no hubiera logrado esta hazaña, quizá mi amigo habría puesto en su Facebook otra fotografía. Aunque en la imagen aparece el actor Delon que trascendió el umbral luminoso hace poco, una cosa lleva a la otra.
Los guantes para un boxeador son las extensiones de sus manos, para Cortazar, los guantes fueron una extensión de la imaginación. Este escritor, originario de Argentina, comentó alguna vez, para resaltar la diferencia entre dos grandes géneros literarios: “La novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out”. Una frase citada en múltiples talleres literarios gracias a su precisión metafórica.
Apacibles lectores, no los voy a aburrir con títulos de libros que hablen de box, mejor busquen en Google una tesis titulada «Boxeo y literatura. Corpus y estudio crítico de las narrativas del boxeador como héroe fracasado en la literatura en español». Si la revisan van a encontrar muchas fuentes bibliográficas sobre el tema.
Aquí cerramos la tercera parte, vamos a la recta final (o doceavo round para ser más clichés).
La Noche de Mantequilla, el cuento de la fotografía que les mencioné párrafos más arriba, es una historia que se desarrolla durante la celebración del combate, es un relato con matices políticos y de espionaje, donde nada sale de acuerdo a lo planeado.
Este cuento, es el último de los 11 que conforman el sexto libro de Cortázar, llamado Alguien Que Anda Por Ahí, editado en 1977.
Cuando lo leas te sentirás que tienes ante ti una Matrioska, son las muñecas rusas de madera, que una más grande esconde en su interior a la más pequeña. Vas a leer cómo Cortázar relata la pelea mientras que dos sujetos entre el público tienen que finiquitar un asunto de vida o muerte.
Te soy sincero, disfruté teclear estas líneas para ti. Deseo compartirte esta frase del escritor Juan José Arreola, puedes buscar el video en Tiktok tecleando el nombre del autor.
«Se escribe para saber qué somos y qué hacemos en el mundo… ahora padecemos una cantidad de Literatura de consumo, así enlatada, que no beneficia a la persona», Juan José Arreola.
¿Estás de acuerdo con esto? Vamos a dialogar.
*Samuel Parra
- Escritor, Ensayista y Promotor Cultural. Ha publicado ocho libros. Sus obras han sido premiadas en La India, Colombia, Perú, Chile y Estados Unidos.
- En el 2022 fue nombrado Embajador Cultural por la municipalidad de Margarita Bolívar, en Colombia.
- Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Sinaloa, Master en Literatura Mexicana Contemporáneo por la Universidad Autónoma Metropolitana.
- Actualmente colabora con la Universidad de Tours, en Francia y la Universidad Humboldt de Berlín, en el área de investigación académico-literaria.
- Forma parte del Sistema Nacional de Salas de Lectura, donde genera proyectos comunitarios para el esparcimiento de este hábito.
- En Tiktok, Instagram y Facebook pueden seguirlo como «Nono El Cerdito Lector», donde recomienda libros y autores, a través de un peluche que colabora con el Fondo de Cultura Económica, Brigadas para Leer en Libertad, Buscalibre.com y Librería Gandhi.
- Su obra literaria se concentra en los géneros de novela negra, realismo sucio, crónica y entrevista.
Y mientras redacta estas líneas de texto, en la intimidad que ofrece una cocina económica que atiende, el autor se «esmera» en escribir cuentos para jóvenes prófugos del ácido fólico.
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