Silencio en el futbol mundial… fallece el ‘emperador’ Beckenbauer 

El futbol mundial está de luto, desde Alemania se confirmó la muerte de uno de los máximos exponentes del balompié como lo fue Franz Beckenbauer. 

Desde Alemania, la cuna del futbol, se confirmó la muerte de Franz Beckenbauer, conocido como ‘El Káiser’ (El emperador), quien dejó una huella imborrable en el deporte rey. Nacido el 11 de septiembre de 1945 en Munich, Alemania, su estatura imponente de 1.80 metros lo convirtió en la pesadilla de los rivales a lo largo de su ilustre carrera. 

Franz Beckenbauer, retirado de la vida pública desde hace algún tiempo por motivos de salud, falleció el 8 de enero, dejando un vacío en el corazón de los aficionados al futbol en todo el mundo. 

Como futbolista profesional, ‘El Káiser’ destacó en tres clubes emblemáticos. Desde 1964 hasta 1977, vistió la camiseta del Bayern Munich, su amado equipo. Posteriormente, de 1977 a 1980, brilló en el New York Cosmos. Luego, de 1980 a 1982, dejó su huella en el Hamburgo SV, antes de regresar al Cosmos en 1982 para poner fin a su carrera en 1983. 

Títulos de Beckenbauer 

Beckenbauer no solo dominó los campos de juego, sino que también acumuló un impresionante palmarés de títulos, incluyendo: 

5 Bundesligas (1969, 1972, 1973, 1974, 1982) 

4 Copas de Alemania (1966, 1967, 1969, 1971) 

3 Copas de Europa (1974, 1975, 1976) 

1 Copa Intercontinental (1976) 

1 Recopa (1967) 

3 Campeonatos de Estados Unidos (1977, 1978, 1980) 

1 Título del Mundo (1974) 

1 Subcampeonato del Mundo (1966) 

1 Título de Europa (1972) 

Tras colgar las botas, Beckenbauer desempeñó diversos roles en el mundo del futbol. Fue entrenador del Marsella y posteriormente director deportivo de dicho club. Además, dirigió al Bayern Munich y fue el estratega que guió a la selección alemana hacia la conquista de la Copa del Mundo en 1990, siendo también protagonista en la final del Mundial de México 1986. 

El legado de Franz Beckenbauer trasciende las canchas y su nombre permanecerá como símbolo de grandeza en la historia del fútbol. Su partida deja un vacío irremplazable, pero su influencia perdurará en el corazón de los aficionados y en el deporte que amó y definió. 

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