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MAZATLÁN. – ¿Alguna vez te has imaginado cómo luce el taller de Santa Claus? Seguro que lo primero en qué pensaste fueron las luces, las figuras decorativas de Navidad, el amor y la esperanza, pues justo así se siente ver y entrar a la casa de Don Jaime y la señora Meche.  

Una familia que desde hace 12 años se toma la Navidad muy en serio y no ha dejado que el espíritu de las fiestas muera, al contrario, con el paso de los años lo han fortalecido al hacerse de más elementos para decorar de una forma única y mágica su hogar.  

Más de 100 artículos decorativos son los que la familia desempaca a finales de noviembre para adentrarse en una carrera contra el tiempo para mantenerlos listos para la primera semana de diciembre. 

Podemos pensar que suena fácil decorar un hogar, pero en este caso estamos hablando de una casa de tres plantas y con más de 100 elementos de diferentes tamaños, formas y colores que necesitan ser colocados en posiciones estratégicas para que luzcan mejor.  

«Ya son doce años y le puedo decir que comenzamos como todos, con una serie de luces y con el paso del tiempo fuimos adquirido más y más. Mi esposa va a diferentes tiendas y siempre busca la novedad, no lo nuevo por que a ella le encanta». 

Entre sus decoraciones hay de todo lo que nos podemos imaginar cuando pensamos en Navidad, desde pequeñas Villas Navideñas hasta gigantes de dos metros. Una de las características de Don Jaime y la señora Meche es que ellos siempre buscan lo novedoso, esa decoración que pueda sorprender de nueva cuenta a cada pequeño que se acerca con asombro a su casa.  

Don Jaime es electricista y aprovecho su profesión para poder agregarle un toque ecológico a su decoración, razón por la cual las luces de su hogar tienes horarios, de hecho son dos, uno que comienza a las 17:30 horas a 23:00 horas y 4:00 a 6:00 de la mañana.  

Entre ojos llorosos, Don Jaime, nos cuenta que junto a su familia realizan esto con el objetivo de brindarle un poquito de felicidad a las personas que noche tras noche pasan en sus vehículos y observan las luces brillantes y escuchan las melodías que de ella emanan. Incluso, niños emocionados y a la espera de Santa Claus llegan y la admiran.  

Explicó que ver la alegría de los niños y la ilusión de los adultos, que se bajan de sus carros para tomarse la foto, le da un mayor significado al esfuerzo que realiza su familia cada año para decorar. 

«Intentamos seguir con la tradición, por que mi esposa trabaja en el mercado y sus compañeros le piden que adorne para ellos motivarse en la madrugada para ir al trabajo, ese el punto más fuerte. La gente que pasa se llena de alegría al verlas. Nosotros siempre nos andamos escondiendo porque vienen niños, personas y observan las luces, pero como que les da pena cuando nos ven, incluso, en algunas ocasiones nosotros nos salimos y hacemos como que estamos viendo las luces para que la gente pueda acercarse sin pena y ellos piensan que también ahí estamos para verlas».  

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La casa se prende desde la primera semana de diciembre y se apaga después del 6 de enero, Día de los Reyes Magos en México, fecha que da por clausurada las fiestas decembrinas.  

¿Quieres ir a verla? La casa se ubica sobre la avenida Agustín Melgar casi enfrente de la veterinaria Star Canino. 

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