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Esta Navidad podría arder Troya en la casa real: Guillermo y Enrique ¿se verán las caras?
Las tensiones familiares en la realeza británica aumentan previo a los festejos de Navidad ante el posible reencuentro entre los hermanos Guillermo y Enrique
Casi un año después de la publicación del libro ‘Spare: A La Sombra’, las tensiones en la familia real británica continúan escalando, y las festividades navideñas amenazan con ser un recordatorio incómodo de las disputas internas.
El príncipe Enrique, autor del mencionado libro, ha dejado claro su distanciamiento de la familia real, desencadenando una serie de discusiones y desavenencias, especialmente con su hermano, Guillermo de Gales.
Según las filtraciones proporcionadas por el medio Page Six, Guillermo de Gales ha expresado abiertamente su deseo de no ver a su hermano en las festividades decembrinas. Las declaraciones, aparentemente parte de una serie de conflictos internos, revelan la profundidad de las tensiones en la familia real.
El rey Carlos, padre de ambos príncipes, ha tomado precauciones ante la posibilidad de que Enrique revele conversaciones privadas a los medios, según informa Page Six. Esta medida sugiere la cautela con la que se manejan las relaciones dentro de la familia real, destacando la sensibilidad de las discusiones y la importancia de mantener la privacidad.
Guillermo y Catalina Middleton, en particular, han centrado su atención en los duques de Sussex, mostrando una relación tensa desde las filtraciones del libro. Según fuentes cercanas, los duques de Gales han manifestado su deseo de evitar incluso compartir la misma habitación con Enrique y Meghan Markle.
La última vez que la familia real se reunió para las festividades decembrinas fue en 2018, antes de que los duques de Sussex decidieran mudarse a Canadá, marcando un cambio significativo en las dinámicas familiares.
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A pesar de las tensiones, el rey Carlos ha expresado su disposición a compartir tiempo con los hijos de ambos duques durante la Navidad, aunque aún no se han revelado oficialmente los planes específicos de ninguna de las partes involucradas.
Las festividades de este año podrían ser testigos de un encuentro tenso entre los miembros de la familia real británica, mientras enfrentan el desafío de reconciliar diferencias públicas y mantener las tradiciones familiares en un momento crucial del año.
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