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GRAN DESFILE DEL DÍA DE MUERTOS CDMX
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CIUDAD DE MÉXICO.- Y los muertos salieron del Mictlán para desfilar ante los vivos. La voz de arranque la dieron los Danzantes Aztecas, bajo la sombra de Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, una deidad Tolteca que representa la dualidad humana entre el cuerpo y el espíritu. 

Las mujeres Quetzal, un símbolo de la libertad, acompañaron siempre a Quetzalcóatl. 

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El Gran Desfile de Día de Muertos 2023 es organizado por el gobierno de la Ciudad de México, por ello correspondió a Martí Batres Guadarrama, jefe de Gobierno, dar el banderazo de salida. 

Desde hace siglos en el Anáhuac barrían los caminos para que llegaran los ancestros, dijo Martí Batres en su discurso, ahora se llenan las avenidas de flores de cempasúchil y para llegar al momento cumbre de estas festividades con el Gran Desfile del Día de Muertos, festividades únicas en el mundo 

“Es expresión de tradición, pero también de renovación, aquí se expresa la creatividad de los jóvenes, de los pilares, de los faros de los centros culturales y de miles y miles de artistas». 

Martí Batres Guadarrama
Jefe de Gobierno de la Ciudad de México

“Se expresa la diversidad y la búsqueda de nuestras raíces con el rostro de las nuevas generaciones, este es el desfile del Día de Muertos, es la tradición, es nuestra cultura, esto es México”. 

Batres Guadarrama estuvo acompañado de su esposa Daniela Cordero Arenas; Miguel Torruco Marquez, secretario de Turismo de Mpexico y su esposa Gloria Garza de Torruco; Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura de la Ciudad de México y Natalí Desplas Puel, secretaria de Turismo de la Ciudad de México 

El secretario de Turismo señaló que el desfile, cuya primera edición se realizó en 2016, inició luego de una película de James Bond y hoy se ve cristalizado como un evento ancla para la atracción de turismo. 

El Paseo de la Reforma fue el camino principal de los muertos en la séptima edición del Gran Desfile, y los asistentes gozaron de un espectáculo lleno de color con elementos simbólicos de la cultura mexicana. 

Desde temprana hora, cientos de personas se dieron cita en la Puerta de Los Leones de Chapultepec para esperar el banderazo de salida. Una vez que dio comienzo, danzantes, catrinas y esqueletos sobre patines y bicicletas contagiaron de alegría a la capital. 

Durante el recorrido se apreciaron 12 empujables temáticos, nueve carros alegóricos con criaturas simbólicas para las culturas prehispánicas, alebrijes, ajolotes, diversas representaciones de la muerte, seres del inframundo y muchas figuras colosales elaboradas por artesanos. 

No faltaron los curanderos o Tepantiajín, los xoloescuintles, Mictlantecuhtli, bandas regionales, cientos de artistas de las delegaciones y estados cercanos a la Ciudad de México y hasta representantes de Brasil. 

Turistas nacionales y extranjeros se hicieron presentes para apreciar una de las festividades más simbólicas del país. Maquillados como catrinas, con pelucas y aplicaciones brillantes vivieron al máximo la experiencia, cuya primera edición ocurrió en 2016. 

Mariachis, batucadas, bailarines de danza folklórica de distintos estados de la República, el sonido La Changa y hasta catrinas circenses o en zancos pusieron a bailar a los capitalinos. 

Las 83 comparsas atravesaron por Paseo de la Reforma, el Ángel de la Independencia y posteriormente se dirigieron al Zócalo, donde la fiesta de los muertos continuó maravillando a familias completas. 

Con una duración aproximada de 2 horas, la CDMX vibró al ritmo del huapango, banda y Ska, pues el grupo La Maldita Vecindad participó en el recorrido y encendió los ánimos rumbo a la explanada. 

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