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AIFA gastos

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) todavía no logra sostenerse con sus propios ingresos, pues sus entradas no representan ni siquiera una quinta parte de sus gastos.

Calificado por el presidente Andrés Manuel López Obrador como «el mejor aeropuerto de América Latina», el Felipe Ángeles obtiene recursos públicos vía transferencias y subsidios de la Secretaría de Hacienda, para no reportar pérdidas y seguir operando.

En concreto, recibió del erario mil 629 millones de pesos durante su primer año de operación, de acuerdo con sus estados financieros disponibles en la Plataforma Nacional de Transparencia.

Gracias a estos subsidios, el AIFA pudo destinar mil 307 millones de pesos para cubrir gasto corriente del 21 de marzo de 2022 al cierre del mes pasado.

Una tercera parte de este monto, o 33%, se canalizó en el pago de salarios y prestaciones sociales de los trabajadores del aeropuerto tanto de carácter permanente como temporal.

¿Cuántas personas trabajan en el AIFA y en qué se gastan los recursos?

El Manual General de Organización, disponible en la página web AIFA Aero, detalla que el aeropuerto cuenta con 790 trabajadores, de los cuales 409 se encuentran en la Subdirección General Operativa, 294 en la Subdirección General Administrativa y el resto de los efectivos aparecen en la Dirección General, Dirección Jurídica y el Órgano Interno de Control.

Otro 27% de los recursos fue para pagar servicios financieros, bancarios y comerciales, mientras 23% se desembolsó en servicios de instalación, reparación, mantenimiento y conservación de la terminal de Santa Lucía, en el Estado de México.

La compra de materiales y suministros concentraron 3% del gasto del aeropuerto que dirige el general Isidoro Pastor Román.

Para Juan Carlos Machorro, socio de la firma Santamarina y Steta y experto en derecho aeronáutico y aeroportuario, el AIFA seguirá «quemando dinero» hasta que pueda operar con sus propios ingresos.

«Haber cancelado el proyecto de Texcoco fue lo que dio al traste con todo esto y sigue costando dinero al erario porque el proyecto de Texcoco se iba a pagar con la TUA de los pasajeros, no con dinero del gobierno», opinó Machorro.

«Ahora, el gobierno convierte en deuda pública algo que no lo era porque todos estos (subsidios) son recursos públicos y es una cantidad importante que se le inyecta mes a mes al AIFA», señaló.

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