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Asilo de Ancianos

MAZATLÁN. – Una nueva Navidad se acerca y el Asilo de Ancianos una vez más se adorna para la fiesta, pero el espíritu de la fecha se ve opacada por el sentimiento de abandono y olvido de algunos abuelitos. 

En la entrada del asilo hay un árbol pequeño con esferas de colores y un calendario del mes de diciembre, con los cumpleañeros del mes.  

Los ancianos de la Inmaculada Concepción superan el promedio de los 80 años y se caracterizan por tener alguna demencia senil o enfermedad de la visión o auditiva.  Actualmente hay 28 abuelitos, pero se espera que el 2022 finalice con un total de 30.  

Laura Amor, gerente general de la Inmaculada Concepción, explicó que pasar una Navidad en el Asilo de Ancianos es más como un día normal, claro que la cena cambia un poco y se adapta a la ocasión, puesto que algunos restaurantes donan pavo o algún otro platillo típico de estas fechas.  

La cena se sirve en punto de las 18:00 horas, todos los abuelitos comen, algunos pueden hacerlo solitos, pero otros más necesitan ayuda, misma que la reciben por parte de los voluntarios.   

Después de la cena, las actividades dentro del asilo terminan, pero no para los trabajadores, debido a que ellos continúan sus labores de cuidado las 24 horas. 

Es raro que este día los abuelitos reciban visitas por parte de sus familiares, Laura nos platica que es más común que los visiten otro día, por ejemplo, las visitas pueden llegar a ser más recurrentes a partir de la próxima semana. Pero eso es para algunos pocos, otros abuelitos no son visitados por sus hijos o hermanos, llegando a sentir que la Navidad es solo un día más en el calendario. 

“Depende de las actividades de cada uno, por lo general es que todos los abuelos cenan aquí y pasan como un día normal. Los que no tienen familia aquí no reciben a nadie y para ellos pasa desapercibida esta fecha, pero aquí tratamos de echar borlote, o igual, hay algunos que tienen familia, pero no los visitan este día sino otro”. 

“Es muy raro que los hijos acudan a visitarlos: no lo han hecho en la víspera de la Navidad, menos lo harán el mero día”, opinan quienes atienden en el Asilo ubicado en la colonia Centro. 

Para ‘Cuquita’, de 95 años, la Navidad es una fecha más. Sus dos hijos viven fuera de Sinaloa, así que rara vez vienen a visitarla en esta fecha.  Cuquita cuenta que fue ella quien decidió entrar al asilo por decisión propia y así no sentirse una carga para sus hijos, quienes viven en Ciudad de México y Culiacán.  

“Yo tengo aquí más tiempo que la Ana (su amiga), ella tiene 6 años ya, la verdad no recuerdo cuánto más, pero, es más. A mí no me visitan mis hijos, ellos están ocupados ,cada quien con sus familias, pero está bien, a ellos les va muy bien, me metí aquí para no ser una carga”. 

Ana ha pasado muchos años en el asilo y ha visto como varios de sus amigos han fallecido tras los años, sin recibir la visita de alguno de sus familiares, pese a eso siempre busca la forma de ver el lado positivo de las cosas.  

“Yo me siento bien, aquí juego con mi amiga Cuquita al dominó. No me visitan en Navidad, pero cuando me visitan mi hermano y mi hermana más pequeña, soy la más feliz, los amo mucho”. 

Hay quienes llevan más de 10 años, otros 10 o 3 viviendo en el Asilo y nunca han recibido una visita, para ellos su única familia son sus compañeros y el personal del asilo, quienes además de atenderlos, son quienes los escuchan y platican con ellos de sus bellos recuerdos. 

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