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CUERNAVACA.- La Fiscalía Anticorrupción de Morelos solicitó ayer autorización al Congreso estatal para iniciar procesos penales contra el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo por diversos delitos, entre los que figuran enriquecimiento ilícito, fraude procesal y falsedad de declaración ante la autoridad.  

El vicefiscal Anticorrupción, Edgar Rodolfo Núñez, acudió este lunes ante el Legislativo estatal a solicitar autorización para iniciar los procesos penales contra el mandatario morelense y algunos de sus colaboradores, cuyos nombres fueron reservados. 

Edgar Núñez sostuvo que son tres carpetas de investigación integradas contra el gobernador, por los delitos de ejercicio ilícito, falsificación de documentos, fraude procesal, enriquecimiento ilícito y falsedad de declaración ante la autoridad. 

Los promoventes de las denuncias son el abogado Enrique Paredes Sotelo, secretario de Gobierno con Blanco Bravo en la alcaldía de Cuernavaca durante la administración 2015-2018, y Gerardo Becerra Chávez Hita, director de Análisis Estratégico en los dos primeros años de la actual administración. El gobierno estatal lo catalogó en su momento como el zar anticorrupción. 

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Al respecto, el gobernador se dijo respetuoso de la autonomía de las instituciones y señaló que siempre se ha mostrado abierto y dispuesto a colaborar con las investigaciones necesarias que abonen a la gobernabilidad y garanticen el Estado de derecho. 

“Como lo ha manifestado en situaciones anteriores, ‘el que nada debe nada teme’, por lo que serán las y los legisladores quienes analicen las razones expuestas por una fiscalía anticorrupción, cuyo titular fue impuesto por la anterior administración encabezada por Graco Ramírez, y que hoy, por medio del vicefiscal Edgar Rodolfo Núñez, presentó dichas acusaciones ante el Congreso de esta entidad”, señaló el gobierno estatal en un comunicado. 

El vicefiscal Anticorrupción se reservó el contexto de los casos, pero trascendió que dos de las acusaciones que presentó también involucran a Ulises Bravo, hermano del gobernador; Edgar Riou Pérez, primo y secretario particular de Blanco, y Jaime Tamayo, amigo del mandatario. 

La acusación, de acuerdo con versiones preliminares, considera elementos aportados desde que Blanco Bravo fue presidente municipal de Cuernavaca, en cuya administración participó Paredes Sotelo como secretario de Gobierno. 

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