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CIUDAD DE MÉXICO.- Científicamente, el amor puede ser un potente estimulador de cientos de reacciones en el cuerpo. Al sentirlo, se activan hasta 12 áreas del cerebro, según un estudio de la Universidad de Nueva York que, además, afirma que enamorarse produce un efecto cerebral similar a una dosis de cocaína. La sustancia responsable es la dopamina, que se activa en la sangre cuando se experimentan sensaciones agradables. 

Otros estudios revelan que los altos niveles de serotonina y endorfinas pueden provocar un estado hormonal similar al que generan ciertas enfermedades mentales. 

Hoy recordamos tres casos de famosos con un desenlace fatal. 

Karla Panini y Karla Luna 

Una amistad que se rompió por una traición fue la del dúo de comediantes Karla Luna y Karla Panini, «Las lavanderas». La química que mostraban en pantalla era una bocanada de aire fresco. La idea fue de Luna, quien en un principio era una de las conductoras del programa «El club», donde daba el clima, ahí conoció a Panini, quien se convirtió en su gran aliada cuando a Luna le fue detectado un cáncer de matriz en 2012. En 2014, su relación terminó debido a un problema personal que se hizo público luego de que Luna reveló que su excompañera se involucró con su entonces pareja, Américo Garza, con quien Luna tuvo tres hijas. «Te metiste a mi patrimonio y destruiste mi matrimonio, le robaste su padre a mis hijas, les quitaste su corazón a dos niñas», dijo la morena en unos audios revelados por su familia. Ella murió en 2017. 

Selena y Yolanda. Amistad obsesiva 

Selena Quintanilla fue asesinada por Yolanda Saldívar, a quien hizo su mejor amiga desde 1991, cuando Yolanda creó un grupo de fans de la intérprete. La amistad creció, Yolanda adquirió responsabilidades y manejaba las boutiques de la cantante. A principios de los 90, el papá de Selena, Abraham Quintanilla, descubrió varios fraudes que Saldívar estaba cometiendo. Selena fue baleada por su amiga. «Yolanda quería matar a Selena porque la iba a despedir. Yolanda no existiría si no hubiera estado con Selena. Y si no trabajaba para Selena, no quería trabajar para nadie», dijo Carlos Valdez, quien fue fiscal del caso. 

Gloria y Sergio. Dependencia peligrosa 

En la década de los 80, Gloria de los Ángeles Treviño saltó a la fama tras ganar un concurso de imitación; la joven fue llamada por el productor Sergio Andrade, para representarla. Lideró el grupo Boquitas Pintadas que Andrade formó con otras jóvenes. Gloria era la mano derecha de Andrade en una academia donde él preparaba a las jóvenes, hasta que en 1998, Aline Hernández publicó el libro «La gloria por el infierno», donde reveló los abusos del productor contra las adolescentes, entre ellos violaciones, golpes y torturas. 

Sergio y Gloria desaparecieron y en 1999 sorprendieron con el nacimiento de su hija: Ana Dalai, quien murió antes de que la pareja fuera detenida en Brasil, tras haber sido denunciados por la madre de Karina Yapor, otra de las presuntas víctimas. Gloria estuvo presa tres años y en 2004 fue absuelta del crimen. Andrade fue condenado a siete años y 10 meses por rapto, violación agravada y corrupción de menores, quedó libre en 2007. Gloria confesó que acompañó a Andrade porque estaba enamorada de él, incluso en prisión dio a luz a su hijo Ángel Gabriel. 

«De la unión de estos dos casos patológicos deriva la simbiosis morbosa: la que siente necesidad de ser dominada con el que siente necesidad de dominar, el que esclaviza y la que se somete», afirma José Antonio Elizondo, especialista en conductas adictivas. 

Menos contacto y más desconfianza, así cambió el amor con la pandemia

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