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Día de Muertos, tradición más viva que nunca para los Méndez Tiznado
Cada año colocan en la cochera de su casa un imponente altar de muertos que une a la familia y a los vecinos
MAZATLÁN.- Nunca pensaron que lo que inició como algo pequeño, familiar y que era para inculcar valores a sus hijos, se convertiría con el paso de los años en toda una tradición. A la fecha suman ya 25 años de colocar su altar de muertos en el porche de su casa.
En exclusiva para Punto MX, la familia Méndez Tiznado abrió las puertas de su hogar, con domicilio sobre la avenida Prados del Sol, para dar a conocer un poco más de esta rica, dulce y agradable historia que a través de los años sigue creciendo no solo en su familia, sino también en su cuadra.
Don Rafael Méndez Magallón y su esposa Martina Tiznado comentaron que tardan tres días para terminar los altares, pero requiere de mucho trabajo en familia con meses de anticipación, lo cual los ha llevado a unir más sus lazos familiares.
“El altar está dedicado principalmente a la familia de aquí, pero también a vecinos que son amigos, se encuentran nuestros papás, el abuelo de mi esposa y mis hermanos, así como Wendy una amiga de nosotros”; comentó Méndez Magallón.
En el altar se pueden observar velas, calaveras, comida, leche, pan, entre otras variedades, así como adornos significativos de sus seres queridos y flores para darle un toque importante a ese pequeño, pero importante lugar que ocupa el altar de muertos en su casa.
“Tenemos las cenizas de mi papá que era pescador y tenemos su cartilla, les ofrecemos la comida que más les gustaba a ellos”, dijo don Rafael.
En un costado se encuentra el altar de los niños de casa, quienes partieron antes de tiempo, pero también se encuentran algunas de las que fueron sus mascotas que dieron un tiempo de alegría a la familia.
“El primer altar fue muy pequeño en verdad, se lo dedicamos a tu abuelita, pero con el tiempo fue creciendo”; señaló Martina Tiznado.
Con el pasar del tiempo, empezaron a reunirse vecinos y su familia en el porche de su casa, donde cada 1 de noviembre llevan a cabo un convivio, entre todos llevan tamales, champurrados y otras cosas, recordando con alegría a sus seres queridos.