Las Chivas la tenía y la dejó ir

CIUDAD DE MÉXICO.- El Guadalajara volvió a las andadas, regresó a ser ese equipo previsible, que corre mucho, pero que genera poco bajo la administración de Marcelo Michel Leaño. Si ganaba, si vencía al colero Tijuana, podría haberse puesto en el sexto lugar, pero no, empate a cero, y queda en el limbo del repechaje. No pudo con el peor equipo del campeonato. Así de claro.

El empate pone a las Chivas con 18 puntos, se meten en el octavo puesto, y Tijuana llega a nueve, lejos, en el sótano, sin nada por qué jugar. Guadalajara la tenía y la dejó ir. A ver si se le vuelve a presentar otra oportunidad así, ya que los de arriba perdieron, y podía haber dado el salto.

Las promesas que ha hecho Marcelo Michel Leaño de cambiarle la cara a las Chivas se cumplen a medias, ya que el equipo tapatío a veces es dinámico, pero también es impreciso, muy impreciso. A veces acosa al rival, pero también es acosado. A veces pretende ser protagonista, pero también es intrascendente.

“Pecamos de conducir más la pelota, nos costó trabajo darle movilidad al balón y atacar por los costados. Nuestra mente está en Cruz Azul y vamos por esa semana de siete puntos que nos acerque a la clasificación», declaró Leaño después del partido.

Tan poco mostró el Guadalajara en la primera parte, que fue hasta cerca del final que pudo tirar directo a la portería, pero Jonathan Orozco aguantó el disparo de Uriel Antuna.

Llegó el momento de Tijuana, con jugadas por las bandas que hicieron ver mal a las Chivas. La zaga del Rebaño tenía que multiplicarse para sacar el fuego de su cabaña.

El ímpetu del Pollo Briseño provocó un tiro libre, el balón fue al ángulo, pero Raúl Gudiño hizo una gran atajada, volando de poste a poste, para salvar a los tapatíos del ridículo. Esa acción despertó al Guadalajara. Michel Leaño echó la carne al asador, o lo que podía mostrar, haciendo ingresar a gente como Oribe Peralta y el Chicote Cristian Calderón, quienes provocaron que Orozco volviera  a emplearse a fondo, hasta en dos ocasiones.

Pero no más. Chivas volvió a las andadas, dejó ir la oportunidad de dar un salto y ganarse el respeto de la competencia, pero no, el Guadalajara no pudo derrotar al último lugar de la competencia. Así de fría y dura es su realidad.

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